De Facto: La semana en Europa

Apretarse el cinturón es la consigna oficial ante la crisis. Programas de saneamiento presupuestario marcan la pauta no sólo en Grecia, que esta semana reconoció, no obstante, que no podrá cumplir las metas previstas en cuanto a reducción del déficit. También Italia y España intentan combatir el escepticismo de los mercados con medidas de austeridad y frenos constitucionales al endeudamiento. Y también allí hay protestas y huelgas.

Miedo a la recesión

El líder sindical español Ignacio Toxo, jefe de Comisiones Obreras, opino por ejemplo que no se puede pretender sanear el presupuesto de inmediato y a cualquier precio, y apuntó a la necesidad de mayor concertación en Europa. A su juicio, la solución pasa por una medida que veta Alemania: la emisión de eurobonos para tranquilizar a los mercados.

En Italia, otra dirigente sindical, Susanna Camusso, movilizó a miles de manifestantes el martes, día en que una huelga paralizó parte del país en protesta contra los planes de ahorro de Berlusconi. “Dónde está la responsabilidad de este gobierno que durante el día hace como si se preocupara del país y por la noche despoja a los trabajadores de sus derechos”, reprochó Camusso en una manifestación, mientras un colega suyo definía así el sentir de muchos italianos: “Tenemos miedo de que el paquete de ahorro nos conduzca a la recesión y nos deje en la misma situación de Grecia”.

Tribunal Constitucional alemán se pronuncia

Los magistrados del Tribunal Constitucional alemán.

En Grecia y la crisis de la eurozona estuvieron puestos también los ojos de la esfera política alemana, que el miércoles esperaba con impaciencia un fallo de la Corte Constitucional Federal. Un político y dos economistas impugnaron allí la ampliación del paquete de rescate del euro, pero sin éxito. El tribunal resolvió que los mecanismos de ayuda financiera no vulneran la ley fundamental alemana, ni los derechos parlamentarios en materia presupuestaria, como lo indicó el presidente de la corte.

Aliviada reaccionó la canciller Angela Merkel, que esperaba la noticia para dar inicio en el Parlamento alemán a un debate sobre el presupuesto y los citados paquetes de rescate. Allí tuvo que defenderse de críticas a su política, que la oposición calificó de errática, y volvió a hacer hincapié en su consigna de disciplina fiscal: “Esta crisis -si no queremos que se convierta en una gran crisis del mundo occidental- no puede combatirse sin cambiar de rumbo. Necesitamos un cambio radical de mentalidad. Tenemos que manejar el presupuesto de manera sostenible y no vivir a costa de futuras generaciones. Y ésta tiene que ser la actitud de los 17 Estados que están ligados por una moneda común.”

Previsiones a la baja

Jean-Claude Trichet.

También el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, opinó que lo principal es hacer frente al déficit presupuestario: “Los gobiernos deben estar dispuestos a adoptar más medidas de consolidación. Todos los gobiernos de la eurozona deben demostrar la inquebrantable voluntad de asegurar la estabilidad financiera de la eurozona en conjunto”.

El Banco Central Europeo prevé, sin embargo, un debilitamiento de la economía en la eurozona. En el caso de Alemania, la Organización de Cooperación Económica y Desarrollo, OCDE, advierte incluso del peligro de una leve contracción para el último trimestre del año. El economista en jefe de esa organización, Pier Carlo Padoan, formuló así su diagnóstico: “Lo que vemos, sobre todo, es una pérdida de confianza, en la economía privada y en los mercados, y ello radica principalmente en la política a corto y mediano plazo, que todos encontramos confusa”.

De ahí que Padoan también recomendara a los ministros del G7, que se reunieron al término de la semana en Marsella, sobre todo enviar el mensaje de que pueden reaccionar rápidamente ante los problemas y que a largo plazo todos sanearán sus presupuestos.

Autora: Emilia Rojas

Editor: Pablo Kummetz