Exguerrilleros de las FARC se gradúan como bachilleres
18 de diciembre de 2017
El proyecto de capacitación empezó en junio con la dejación de las armas de exguerrilleros y milicias de las FARC en lo que se conoce como el tránsito a la legalidad. Después de 5 meses de formación, 85 desmovilizados que pertenecían al frente 10 de las FARC y 20 civiles se graduaron el domingo 17 de Diciembre en la Vereda Filipinas, en Tame, como bachilleres.
El excomandante Alfonso López Méndez, alias “Efrén Arboleda”, uno los guerrilleros graduados, manifestó el importante rol que cumple la educación en el acuerdo de Paz. El Espectador, de Bogotá, lo cita señalando: “una vez firmados los acuerdos, iniciamos el proyecto de validación del bachillerato con más de 400 excombatientes, en improvisadas aulas bajo los árboles y la inclemencia del clima. Vencimos todas las dificultades y hoy, con orgullo, nos graduamos un primer grupo. El año entrante se graduarán los demás. Desafortunadamente, no ocurrió lo mismo con otros que vencidos por el incumplimiento de lo pactado en La Habana se retiraron del estudio".
Por otra parte el proyecto de capacitación y formación está planeando la incorporación de un octavo municipio en Arauca. La meta principal es construir una ciudadela universitaria para que estudien y se formen las personas que no tienen los medios para costear sus estudios. El exguerrillero Alfonso López Méndez explicó: "La ciudadela universitaria se convertirá en la posibilidad real del sueño de muchos araucanos de bajos recursos de ser profesionales. Será un centro de capacitación y desarrollo para las futuras generaciones del departamento".
El presidente Juan Manuel Santos también extendió sus felicitaciones a los guerrilleros por su convicción de dejar a un lado la guerra y las armas apostándole a la educación y a la paz. De esta forma se siguen sumando avances al Proceso de Paz, los cuales no solamente se concentran en la desmovilización, formación y reinserción laboral de guerrilleros, sino que involucran a su vez a la comunidad, generando así la convivencia y cohesión entre excombatientes y la sociedad civil en zonas que antes permanecían intimidadas por la violencia de la guerra.