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Abuso de menores

15 de julio de 2011

En la sociedad alemana se está logrando destabuizar el tema de abusos a menores y se lo está investigando en profundidad. En una mesa redonda en Berlín se presentaron resultados de una primera investigación a fondo

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''Quien rompe el silencio, quiebra el poder de los abusadores''.
''Quien rompe el silencio, quiebra el poder de los abusadores''.Imagen: dapd


Aproximadamente 50 llamadas o mensajes electrónicos sobre abusos a menores llegan diariamente a la oficina de Christine Bergmann, la ministra alemana de Familia y encargada del Gobierno alemán para el esclarecimiento de abusos sexuales a menores. Con su trabajo, Bergmann logró movilizar a la opinión pública y a la política alemana. Comenzó a ocuparse del tema en marzo de 2010, cuando se hizo pública una serie de casos de abuso en conocidas escuelas e internados del entorno de la Iglesia que conmocionaron a Alemania.

El gabinete del Gobierno alemán resolvió investigar ampliamente y en profundidad el tema de la violencia sexual a niñas y niños en familias e instituciones. Es así como Christine Bergmann se hizo cargo del asunto, y puede decirse que lo que siguió fue la ruptura de un tabú. La central de atención y ayuda registró hasta el momento 18.500 casos de abuso sexual, muchos de ellos ocurridos entre los años 60 y 70.

Un tema candente que preocupa a la sociedad

Ministra alemana de Familia, Christine Bergmann.
Ministra alemana de Familia, Christine Bergmann.Imagen: dapd

Christine Bergmann dice que ahora el tema de los abusos sexuales a menores se ha comenzado a tratar abiertamente en la sociedad alemana. El hecho de haberles dado publicidad hizo que muchos se animaran a hablar de ello. En mayo, Bergmann presentó un informe final y dio recomendaciones concretas en cuanto a las medidas a tomar. Su labor como encargada de esclarecer casos de abuso sexual se prolongará hasta fines de octubre de 2011.

En el marco de un congreso especializado en Berlín, Bergmann acaba de participar de la presentación de un estudio, que ella misma encargó al Instituto Alemán para la Juventud (DJI), en el que se trata el tema del abuso sexual como problemática actual en las instituciones e incluye investigaciones a nivel internacional. En ronda de expertos, se debatieron las experiencias en cuanto a prevención y a intervención. El capítulo principal del estudio consiste en una encuesta llevada a cabo a nivel nacional en Alemania. Se interrogó a maestros y a personal especializado en escuelas, internados y hogares para niños y jóvenes sobre si en su institución se había al menos sospechado de un caso de abuso sexual a menores durante los últimos tres años. (Ver gráfico).

Instituto Alemán para la Juventud.
Instituto Alemán para la Juventud.


Abuso sexual en una de cada dos escuelas

Los casos que se pueden apreciar en el gráfico abarcan casos de abuso sexual en toda la amplitud de la definición, desde violencia verbal hasta penetración. Se diferenciaron casos de abuso por parte del personal de las instituciones, por parte de otros alumnos y abuso en la familia. Asimismo, se tuvo en cuenta si la sospecha se confirmó más tarde o si era infundada. Salió a la luz que, en la mitad de los casos, fueron los mismos niños los que contaron a maestros o a compañeros que se había abusado de ellos. “Este estudio demuestra claramente que el tema es de tal virulencia en las escuelas que no podemos postergar su esclarecimiento”, dijo el profesor Thomas Rasuchenbach, jefe del Instituto Alemán para la Juventud.

Primeros pasos

Gráfico sobre abusos de menores en Alemania.
Gráfico sobre abusos de menores en Alemania.Imagen: DW

Antes de presentar los resultados concretos del estudio, Thomas Rauschenberg hizo un balance del desarrollo en años anteriores y destacó el trabajo de Christine Bergmann en esa área, ya que la ministra logró que un tema tan complejo pasara a formar parte de la agenda política de forma duradera, con lo cual puso punto final a la época del silencio y la impotencia. “Se acabaron los tiempos en que las instituciones –ya sea la Iglesia, los internados u otras organizaciones- creían que podía resolver los casos de abuso sexual internamente y con discreción”, advirtió Rauschenbach.

En el público había representantes de asociaciones, científicos, terapeutas y políticos, y muchos de ellos intentan desde los años 80 que el tema entre en el debate público. Hablar abiertamente sobre el abuso sexual a menores, sin embargo, continuó siendo un tabú durante mucho tiempo. Ahora, el Gobierno de coalición cristianodemócrata-liberal ha dado un giro como consecuencia del gran impacto mediático que despertó este problema y ha elegido una aproximación científica a sus causas y consecuencias.

El que en Alemania se logre por fin investigar el trasfondo de este mal que aqueja a los más débiles en la sociedad es interpretado por muchos de los expertos, que chocaron con muros de indiferencia en épocas anteriores, como una señal de esperanza.

Una cultura de la atención y el diálogo

Tanto Christine Bergmann como Thomas Rauschenbach subrayaron que es necesario contar con una base sobre la que seguir investigando. Todavía no se conoce exactamente la cifra de casos no dados a conocer. Por eso se planea realizar nuevos estudios que ya han sido, en parte, solicitados por la ministra alemana de Familia. “Necesitamos crear un clima de apertura, más informaciones, y una línea para tratar estos temas en las instituciones. La sociedad alemana todavía tiene mucho que aprender sobre el tema”, dijo Bergmann.

¿Cómo se puede proteger a los niños de la violencia y el abuso? Algunas propuestas ya se debatieron durante el congreso en Berlín: los maestros necesitan ampliar sus competencias, y hay que advertir a los niños. La prevención se debe convertir en un sobreentendido en las escuelas. Y el Gobierno debe poner a disposición el marco legal para las medidas que se deban tomar. Las propuestas en cuanto a medidas concretas se esperan para noviembre de este año, cuando concluya la mesa redonda, en la que también participan otras tres ministras alemanas. Se aguardan proyectos de ley, y ya se cuenta, al menos, con una iniciativa concreta: hay un número de teléfono centralizado al que pueden dirigirse todas las víctimas de abuso sexual en Alemania.

Autor: Kay-Alexander Scholz/ Cristina Papaleo
Editor: Pablo Kummetz