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Terrorismo

Afganistán está hoy peor que antes

Sandra Petersmann
24 de mayo de 2017

Los talibanes son actualmente tan poderosos como nunca desde el comienzo de la misión internacional en Afganistán hace 16 años. La situación en el país está lejos de ser segura.

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Kandahar Afghanistan Polizei
Policías afganos en Kandahar: situación fuera de control. Imagen: picture alliance/dpaM.Sadiq

Desde comienzos de año se registraron en Kabul por lo menos siete grandes ataques. Los secuestros se multiplican. Hace pocos días, un sereno afgano y una cooperante alemana murieron como consecuencia de un intento de secuestro.

 

Más información:

Kabul, sin garantías de seguridad

Alemana asesinada en un hostal de Kabul

 

La más reciente gran bomba explotó a comienzos de mayo y mató a por lo menos ocho civiles, a pesar de los numeroso puntos de control, muros de contención de explosiones y barreras de alambre de púas.

Afganistán se tambalea, el número de víctimas civiles aumenta. La ONU registró el año pasado casi 11.500 personas muertas o heridas. En 31 de 34 provincias se combate. Nada indica que la situación pueda mejorar. En los primeros cuatro meses del año, 90.000 afganos se transformaron en refugiados internos. El año pasado habían sido más de 600.000.

Irán y Pakistán expulsan a los afganos

La situación empeora porque tanto Irán como Pakistán, países vecinos de Afganistán, expulsan masivamente a afganos: casi 200.000 desde comienzos de año. Muchos se trasladan a Kabul, en cuyas afueras se multiplican los campos para refugiados.

Pakistan Afghanische Flüchtlinge wollen zurück in die Heimat
Afganos ante el consulado de su país en Peshawar, Pakistán. Algunos quieren volver a Afganistán, muchos son expulsados. Imagen: Afghanisches Konsulat Peshawar

Afganistán siempre siguió siendo, después de la invasión liderada por Estados Unidos, en octubre de 2001, un país de los "barones de la guerra”. Abdul Rashid Dostum, el vicepresidente, abandonó el país en dirección a Turquía, para evitar un juicio, acusado de haber ordenado secuestrar a un rival político, torturarlo y matarlo.

Gulbuddin Hekmatyar, el "carnicero de Kabul”, que hasta hace poco figuraba en la lista de terroristas de la ONU, por el contrario, volvió sin juicio y sin condena a la arena política. Un acuerdo de paz le posibilita postularse en el futuro a cargos políticos.

Dependencia externa

Las elecciones presidenciales de 2015 fueron falseadas, las parlamentarias previstas para el mismo año aún no han tenido lugar. Los talibanes y los aproximadamente 20 grupos terroristas internacionales que operan en Afganistán, como por ejemplo el Estado Islámico, aprovechan el vacío de poder.

Potencias extranjeras, desde China a Arabia Saudita, se alían con algunos de esos grupos, persiguiendo sus propios intereses particulares. Una coordinación política de las potencias extranjeras no tiene lugar.

Tanto los talibanes como el Estado de Afganistán dependen de la ayuda del exterior. Actualmente, no existe consenso político acerca de cómo puede verse un Afganistán pacífico, ni en el país ni a nivel internacional. El conflicto no puede solucionarse militarmente. Así lo han demostrado las últimas cuatro décadas de guerra sin pausa.

Autor: Sandra Petersmann (PK/DZC)