Ai Weiwei cumple 60 años
El artista y activista cumple 60 años. En sus instalaciones y obras muestra su perspectiva individual sobre la corrupción, la persecución o la violación de los derechos humanos. Les mostramos una selección de sus obras.
La crisis de los refugiados es un tema recurrente
Ai Weiwei sabe lo que significa ser un refugiado, porque lo sufrió en primera persona: fue perseguido en su propio país. El drama de los refugiados no lo deja tranquilo. Él elabora una y otra vez en sus obras el destino de estas personas. Así construyó una balsa de 70 metros de largo con 258 supervivientes.
¿Arte o autoexpresión?
A finales de 2015, la foto del niño Alan Kurdi, tendido y muerto en la orilla del mar, dio la vuelta al mundo. La foto con Ai Weiwei se realizó en enero de 2016 en la isla griega de Lesbos para la revista de noticias India Today. Pero no todos vieron con buenos ojos su crítica al asilo político europeo. Fue una imagen que causó mucha controversia.
Lutero desde la perspectiva de Ai Weiwei
La exposición "Lutero y la vanguardia" muestra obras de arte contemporáneas. Las imágenes no son ni buenas ni malas, podrían sugerir la fe y la reflexión sobre dios y el mundo, dijo en su día el reformador. Su postura sobre la libertad artística allanó el camino al arte moderno. En su instalación artística, Ai Weiwei mostró su perspectiva hacia la individualidad, la religión y la resistencia.
Piezas de Lego en la cárcel de Alcatraz
Otras de sus exposiciones tenían un mensaje político. De septiembre de 2014 hasta abril de 2015 se pudo visitar una obra suya en la cárcel de Alcatraz, en EE. UU., en la que quiso llamar la atención sobre la situación de los perseguidos políticos. Con 1,2 millones de piezas de Lego formó retratos de personas en el exilio o en prisión. Entre ellos, Edward Snowden y Nelson Mandela.
"Berlin, I love you"
Durante la Berlinale de 2015, Ai Weiwei dirigió desde Pekín un episodio de ocho minutos de duración del filme "Berlin, I love you". En dicha película describe cómo intentaba mantener viva la relación con su hijo, Ai Lao, quien entonces tenía seis años y vivía con su madre en Berlín. Todo un reto técnico: por satélite y vía Skype.
La primera exposición en China
Las obras de Ai Weiwei no se pudieron mostrar en China durante mucho tiempo. Pero en junio de 2015 se relajó la estricta postura de las autoridades chinas. El 6 de junio se inauguró la exposición individual del artista en China, aunque ya se sabía que no mostraría ninguna obra de motivación política. Tuvo lugar dos días después del aniversario de la masacre de la Plaza de Tiananmén (1989).
Semillas de girasol
El artista hizo fabricar 100 millones de semillas de girasoles de porcelana para la Tate Gallery de Londres. Durante dos años, 1.600 personas trabajaron en la instalación, que se pudo visitar durante medio año a partir de otoño de 2011. Las semillas rememoran la época de la revolución cultural, donde las semillas de girasol eran un motivo de propaganda popular.
"Círculo de Animales / Cabezas del Zodíaco"
Los doce signos del zodíaco son la reproducción de una fuente en un palacio real antiguo, que fue destruido por la tropas británicas y francesas en 1850. Cuando Ai Weiwei expuso las esculturas en Nueva York, muchos interpretaron el signifacado de dichas figuras: ¿Provocaba a China con la exportación simbólica de un tesoro cultural? ¿O aludía a los saqueos de las potencias coloniales occidentales?
6.000 taburetes
Desde su arresto domiciliario, pudo organizar sus exposiciones en el extranjero. La instalción "Stools" se pudo ver en 2014 en el edificio berlinés Martin Gropius. Miles de taburetes de su país, en parte, muy antiguos, que se dejaron abandonados cuando la gente se mudó a la ciudad. El artista quiso llamar la atención sobre la pérdida de tradiciones chinas, sobre todo, en las zonas rurales.
"Very Yao"
Los chinos conducen cada vez más autos. El medio tradicional de transporte, la bicicleta, desaparece a pasos agigantados de las calles del país. Incluso se dice allí que las bicicletas causan accidentes de tráfico. Esta instalación de 150 bicicletas es un homenaje a Yang Jia, quien fue detenido por montar una bici robada. Se le declaró además culpable de asesinar a seis policías: pena de muerte.