Annan apela a la conciencia del mundo
14 de septiembre de 2005
El borrador original del secretario general, Kofi Annan, fue recortado y transformado en muchos puntos a tal grado que diplomáticos y organizaciones no gubernamentales se quejaban de que de la reforma de la ONU había quedado solo papel mojado.
Exactamente hace 60 años y tres meses 50 naciones firmaron la Carta Magna de las Naciones Unidas. Sin embargo los jefes de Estados y de gobierno que han llegado a la inauguración de la 60° Asamblea General no serán recibidos con laureles. El Secretario General de la ONU quiere que los países miembros asuman nuevas responsabilidades para que en el 2015 se alcancen los ambiciosos objetivos del Milenio en materia de desarrollo. Annan espera de la comunidad de naciones un acto de fuerza a favor del desarrollo y de una reestructuración de la arquitectura del organismo mundial.
Se lavan las manos
La consigna del embajador estadounidense ante la ONU, John Bolton: "Por favor ninguna nueva responsabilidad", muestra el recelo de países industrializados de invertir más recursos en la ayuda al desarrollo. ¿Para qué -argumentan tras bambalinas- si en las regiones en donde más se necesita, como África, la ayuda tan urgente acaba diluyéndose en el lodo de la corrupción y la mala administración?
De la ambiciosa declaración final, Estados Unidos ha hecho desaparecer prácticamente toda responsabilidad vinculante. Las innumerables acusaciones de corrupción en las instituciones de la ONU quiere aprovecharlas Annan para fortalecer su argumentación sobre la necesidad de reformas. El huracán de las reformas tiene su ojo en el Consejo de Seguridad y no se prevé que haya un acuerdo en torno a un nuevo orden al interior del máximo órgano de la ONU.
Puntos más importantes
El documento final ha quedado vago y escueto, pero la columna vertebral sigue ahí. En materia de desarrollo: reducir la pobreza a la mitad en el 2015, promover la educación básica y detener la expansión de epidemias como el sida. Aquí los países ricos son llamados a aumentar sus inversiones en desarrollo hasta un 0,7% de su Producto Interno Bruto. Los compromisos para reducir el proteccionismo comercial fueron debilitados. La Comisión de derechos humanos será sustituida por un Consejo más pequeño en donde no tengan cabida las naciones que violan estos derechos y que tienen derecho a veto.
Una llamada Comisión de Paz deberá respaldar los procesos de post-guerra en regiones en conflicto. No se ha acordado de quien dependerá, si del Consejo de Seguridad en donde dominan las naciones industrializadas o de la Asamblea General en donde los países en desarrollo tienen la palabra. La llamada Obligación a la protección, fue convocada por Canadá y llama a la comunidad de naciones a intervenir en casos de genocidio y de crímenes de guerra. Los países condenan el terrorismo en todas sus manifestaciones y formas, sin importar quien lo practique y con que objetivos, sin embargo el documento prescinde de una definición del terrorismo.
En la reforma administrativa de la ONU se introducirán mecanismos de control, así como peritajes e investigaciones externas. Llama la atención que fue eliminada toda declaración en torno a la proliferación de armamento de exterminio masivo y sobre armamentismo. Kofi Annan calificó esto como una vergüenza.