Atentado frente a la embajada alemana en Kabul
17 de enero de 2009
Un coche cargado de explosivos estalló este sábado frente a la embajada alemana en la capital de Afganistán. La sede diplomática germana está ubicada junto a una base militar de Estados Unidos, un edificio de la Naciones Unidas y a unos 200 metros del palacio presidencial.
¿Alemania en la mira?
Los talibanes se atribuyeron la autoría del atentado, indicando que el ataque iba dirigido contra blancos alemanes. Algunas fuentes, sin embargo, lo han puesto en duda, indicando que las informaciones difundidas por el portavoz talibán que entregó la versión suelen ser exageradas.
Pese a que en Berlín se manifiesta, por lo mismo, cautela, la noticia de la explosión lógicamente causó impacto en la esfera política. La canciller alemana, Angela Merkel, manifestó su repudio al acto terrorista, asegurando que su país seguirá adelante con sus labores en Afganistán. Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores germano, Frank Walter Steinmeier, calificó el ataque de “cobarde acto de barbarie”, subrayando que “el terrorismo no nos impedirá seguir prestando nuestra ayuda al pueblo afgano”.
No hubo víctimas fatales estadounidenses
Contrariamente a lo que se informó en un primer momento, el atentado no provocó la muerte de ningún soldado estadounidense. Según sostuvo hoy la portavoz de las tropas de coalición lideradas por Estados Unidos, Elizabeth Mathias, seis soldados estadounidenses y un civil de la misma nacionalidad resultaron heridos.
Un portavoz del Ministerio de Exteriores en Berlín dijo que, según los datos que maneja hasta ahora, entre los heridos también hay "algunos empleados" de la embajada.
A fines de noviembre tres civiles murieron en un atentado suicida cerca del vehículo del encargado militar alemán en Afganistán. En agosto de 2007 murieron en Kabul tres guardaespaldas del embajador alemán en un atentado con bomba fuera de la legación alemana.