1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Baja el desempleo en la eurozona, pero la inflación plantea riesgos

31 de octubre de 2007
https://p.dw.com/p/Bziq

La sólida marcha de la coyuntura bajó la tasa de desempleo en la eurozona en septiembre al 7,3 por ciento, si bien la buena noticia no estuvo acompañada por datos positivos sobre la inflación, que continúa en aumento en octubre.

La oficina europea de estadísticas Eurostat informó hoy en Luxemburgo que hace un año el desempleo se situó en septiembre en el 8,1 por ciento, mientras que en agosto de este año fue del 7,4 por ciento.

El desempleo bajó también en toda la Unión Europea (UE). La tasa de desocupación, sin tener en cuenta factores estacionales, fue del 7,0 por ciento. Hace un mes era del 7,1 y hace un año del 8,0 por ciento.

Los datos no son tan positivos sin embargo para España, donde, al igual que en Portugal e Irlanda, la tasa aumentó el pasado año, a diferencia de otros 23 miembros de la UE, donde se redujo. En

Luxemburgo no se produjeron cambios. El país con menor desempleo fue Holanda con el 3,1 por ciento, y los que más lo sufrieron fueron Polonia (8,8 por ciento) y Eslovaquia (11,1 por ciento).

Los jóvenes son quienes tuvieron, una vez más, mayores dificultades para conseguir empleo. La cuota de menores de 25 años sin trabajo en septiembre sigue siendo más elevada que el resto pese a haber bajado en el último año.

En la eurozona los especialistas la estimaron en el 14,9 por ciento (15,9 en 2006), mientras que en toda la UE ascendió al 15,1 por ciento (2006: 16,9 por ciento). El desempleo juvenil es especialmente grave en Grecia, con casi un 23 por ciento en el segundo trimestre de 2007, y Francia, con casi un 22 por ciento en septiembre.

Por otro lado, Eurostat informó también que la inflación subió más de lo previsto en octubre en la eurozona, debido al aumento de los precios del petróleo y de los alimentos. La tasa se situó en el 2,6 por ciento, bastante por encima de la marca del dos por ciento a la que aspira el Banco Central Europeo (BCE). En septiembre había sido del 2,1 por ciento.

Este hecho aumenta la presión sobre el BCE en momentos en que analiza su próxima decisión en torno a las tasas de interés, en medio de una ralentización del crecimiento y la amenaza económica planteada por la crisis de crédito internacional.

El aumento de la inflación se produjo ante una fuerte demanda de los mercados emergentes y nuevas tensiones en Cercano Oriente que contribuyeron a la subida del petróleo hasta niveles récord, un 50 por ciento más caro que hace un año.

Hasta el momento se esperaba que el BCE mantuviera sin cambios en el 4,0 por ciento las tasas de interés en su próxima reunión el 8 de noviembre, debido a que el euro se encuentra a niveles récord.

Sin embargo, las previsiones de que la economía de la eurozona dejará de crecer a igual ritmo el próximo año y la inesperada subida de la inflación podrían poner al consejo de gobierno de la entidad ante un dilema. (dpa)