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¿Basta con ser simpático para ser presidende de Alemania?

4 de junio de 2010

El anuncio de la coalición de Gobierno de su candidato a presidente de Alemania, el candidato de la oposición, “los candidatos que no fueron” y las responsabilidades de Merkel, ocupan a los editorialistas germanos hoy.

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Christian Wulff: ¿candidato de la canciller Angela Merkel?Imagen: AP

Süddeutsche Zeitung, de Múnich: “Wulff es el clásico político de carrera, de cuño “cristianodemócrata”, al que la oposición no votaría - para empezar - justamente por eso, sobre todo teniendo en cuenta que una parte de ese campo está dirigido por Sigmar Gabriel (socialdemócrata). Tras las más recientes experiencias con Horst Köhler, estaba claro que Merkel y los suyos no nombrarían a un outsider para el cargo. Outsider es, en esta situación, cualquiera que pueda causar inconvenientes o incluso, más tarde, contradicciones a la coalición negro-amarilla. Este no es el caso con Wulff. Tras su elección, tendrá suficiente con intentar labrarse aquella ‘gravitas’ – el rigor que conlleva a la autoridad – que no espera de un presidente. Wolfgang Schäuble, nota bene, la tendría de antemano”.

No basta con un “presidente simpático”

Frankfurter Rundschau, de Fránkfort del Meno: “Alemania tendrá entonces un presidente simpático. No es que eso no valga. Pero es poco – si se tienen en cuenta los retos actuales y el síntoma de ‘plaza vacante’ que se criticaba ya durante el segundo mandato de Köhler. La oposición no tiene ninguna posibilidad de sobrepasar matemáticamente la mayoría de conservadores y liberales. Pero sí tiene la oportunidad de mostrar, con un candidato propio, lo que también habría sido posible el 30 de junio y, con ello, lo que desaprovecha el país – desde el punto de vista intelectual, programático, simbólico. La oposición ofrecerá a Joachim Gauck, el antiguo comisionado para los archivos de la policía secreta (de Alemania Oriental), un admonitor inteligente, un hombre con una clara escala de valores, una figura central de la unificación alemana, en síntesis: un presidente”.

Dos mujeres: ¡qué horror!

Berliner Zeitung, de Berlín: “La irritante, penosa y en general diletante pérdida de Horst Köhler ha hallado su digna zaga en las irritantes, penosas y (tanto en general como en sus detalles) diletantes vueltas y revueltas al interior de los partidos en su selección del sucesor. Entre los conservadores se alzaron voces contra la exitosa ministra de Familia de la pasada legislatura, Ursula von der Leyen. Las voces fueron, sin excepción, masculinas y se opusieron a la perspectiva de que Alemania fuera gobernada en el futuro - horribile dictu – por dos mujeres en los más altos cargos del Estado”.

La culpa es de Merkel…

Die Welt, también de la capital alemana: “Seguramente la jefa de partido (la canciller, Angela Merkel) tropezó con su propuesta de (Ursula) von der Leyen no sólo con los envidiosos, sino con ella misma. La irritación, incluso la ira en relación con el comportamiento de Merkel en la reunión de la cúpula de los conservadores (CDU) podría haber desbordado un río. Haberse enterado de la renuncia de Horst Köhler durante la reunión y no haber comunicado la noticia al gremio, dejando a los grandes del CDU caminar derecho hacia la trampa ignorantes de todo, es algo que no pueden perdonarle sus colegas de partido – que ya de por sí se sienten cada vez más ignorados. La tendencia de Angela Merkel de abrirse sólo con unos pocos de confianza y tomar decisiones por su cuenta, tiene un precio”.

La canciller, “por su cuenta”

Frankfurter Allgemeine Zeitung, de Fránkfort del Meno: “Mucho antes de (lo que habría sido) la fecha ordinaria de elecciones en 2014, la jefa de los democratacristianos ha elegido también por su cuenta y ha sorprendido a los ciudadanos con una propuesta escandalosa – pues ese es el método por excelencia de la señora (Angela) Merkel. Ello aclara también por qué se filtró tan pronto y con tanta fuerza un nombre después de la salida de Köhler, incluso antes de que la búsqueda (del nuevo candidato) hubiese alcanzado su punto culminante en los partidos. La negación a adaptar su propio proceder caracteriza a la política alemana del Este desde el principio. En ello supera incluso a su maestro (Helmut) Kohl”.

RM / Agencias

Editor: José Ospina Valencia