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¿Adiós Berlín?

Daniel Martínez13 de mayo de 2012

El pasado jueves cayó en su casa, contra el Fortuna Düsseldorf (1-2), en el primer partido de la promoción de ascenso. Ahora Berlín está al borde del descenso, y la capital de volverse a quedar sin fútbol de alto nivel.

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El entrenador Otto Rehhagel anima a sus jugadores, pero el Berlín no reacciona.
El entrenador Otto Rehhagel anima a sus jugadores, pero el Berlín no reacciona.Imagen: picture-alliance/dpa

En Berlín reina el desconcierto, y son pocos los que apuestan por la salvación del cupo del equipo en la primera división de la Bundesliga luego de la derrota ante el Fortuna Düsseldorf, que por su parte está preparado para el próximo martes, celebrar su ascenso.

Rescate a punta de milagros

El club de la capital alemana confía, de todas formas, en su buena suerte, la misma que le acompañó al cierre de la temporada, y le regaló la oportunidad de evitar el descenso directo a la segunda división, ofreciéndole dos partidos más –contra el club de Düsseldorf- para definir su destino deportivo.

Vale la pena recordar que en la penúltima jornada de la Bundesliga el Berlín se encontraba en la posición 17 de la clasificación, la que genera un descenso directo, pero gracias a su victoria sobre el Hoffenheim (3-0), y la derrota ante el Bayern del Colonia (1-4), fue este último equipo el que se despidió inmediatamente de la máxima categoría del fútbol alemán.

En esta ocasión los capitalinos no podrán contar con ayuda externa y están obligados a obtener un triunfo en Düsseldorf por sus propios medios, algo que tras lo observado en el partido de ida de la promoción, desde el punto de vista futbolístico, luce como un enorme reto.

Pensando en las vacaciones

Por paradójico que parezca, en la capital alemana no hay indicios de querer conservar, a cómo dé lugar, el cupo en la primera división. El entrenador Otto Rehhagel, por ejemplo, se tomó la derrota ante el Düsseldorf con tanta calma, que al final del partido, sin mayor amargura o apremio, declaró, en respuesta a cómo le afectaba en lo personal la situación de su equipo, “el martes se acaba todo para mí aquí, entonces me marcho de vacaciones”.

Para ilustrar aún mejor el ambiente que reina en Berlín, basta mencionar que en el Estadio Olímpico, luego del 1-2 que pavimenta su descenso, pocos jugadores se atrevieron a acercarse a la tribuna de sus aficionados. Aquellos que lo hicieron no se toparon con insultos o agresiones, sino con algo aún mucho peor: el frío silencio de los hinchas, que simplemente les ignoraron.

Tampoco hay que suponer que la reacción de los seguidores del Berlín es el fruto de lo sucedido en un único partido; por el contrario, el club ha sufrido tanto a lo largo de la temporada, por culpa de una administración que ha sido puesta en tela de juicio tras contar con tres distintos entrenadores en los últimos seis meses, que el descontento es comprensible.

La alegría del rival

Y si en Berlín el pesimismo se impone, en Düsseldorf todo está preparado para celebrar este martes, en un estadio que estará lleno con 51.000 espectadores, su ascenso a la primera división. La confianza es tal, tras el 2-1 conseguido en el Estadio Olímpico, que varios jugadores han declarado “ya lo logramos”.

Las directivas han advertido que el Fortuna “no debe celebrar antes de tiempo”, pero es difícil contener la euforia de una afición que ha esperado durante 15 años por el regreso a la primera división de su equipo, al cual, fielmente, han acompañado en estos tres lustros por un espinoso camino que les llevó a la tercera, cuarta, y hasta quinta división del fútbol alemán.

De todas formas aún queda un partido en la lucha por la promoción, el Fortuna Düsseldorf lo tiene todo a su favor, pero el Berlín, como dice el jugador del equipo Lewan Kobiaschwili, “ya ha estado en el piso, y la esperanza le ha permitido volverse a levantar”.

Autor: Daniel Martínez

Editor: José Ospina Valencia