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Brasil vs Holanda, o cuando nadie quiere jugar

Jaime Campoamor12 de julio de 2014

Van Gaal asegura llevar diez años diciendo que no se debería jugar por el tercer puesto. Aún así, Brasil y Holanda tendrán que hacerlo hoy en Brasilia. Los anfitriones apuestan a ganar para salvar el honor.

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Imagen: Reuters

Jugar por el tercer puesto en un Mundial, después de haber caído en semifinales, estando a solo un paso de la gloria que supone disputar el partido por antonomasia del deporte rey, no es plato de buen gusto para nadie. Mucho menos, si cabe, para una selección anfitriona que viene de perder por siete goles a uno ante Alemania en el peor partido de su historia.

Brasil sigue en estado de shock. Para el país del fútbol, el golpe recibido hace escasos cinco días ha supuesto un punto de inflexión grave. La canarinha esperaba ganar su Mundial, con el fin de acallar las protestas que han rodeado la organización de la cita, pero no ha podido ser. Si bien los brasileños tenían claro que Alemania iba a vender muy cara la derrota, el golpe asestado por los hombres de Joachim Löw, en forma de cinco goles en la primera media hora de partido, sorprendió incluso a los más pesimistas.

Viendo estos antecedentes, los holandeses pueden estar orgullosos de haber llegado tan lejos y haber perdido en la tanda de penaltis, pero aquí no hay consuelo para nadie.

Holanda vuelve a quedarse a las puertas de la gloria. Esta vez no podrán repetir la final de 2010.
Holanda vuelve a quedarse a las puertas de la gloria. Esta vez no podrán repetir la final de 2010.Imagen: Reuters

La selección que dirige Louis Van Gaal se quedó con la miel en los labios. Las dos penas máximas erradas por Vlaar y Sneijder acabaron con las esperanzas de todos los que creían que Holanda, por fin, merecía ganar un Campeonato del Mundo. En su lugar, Alemania y Argentina tendrán la oportunidad de añadir una copa más a sus ya de por sí espléndidas vitrinas.

Viendo quizá el desánimo imperante en sus compañeros, Neymar acudió esta semana a la concentración de Brasil para dar una rueda de prensa y dar la cara por su selección. “El grupo está trabajando con la convicción de ganar el partido y quedarse con el tercer lugar. Les dije que tienen que afrontar el juego como una final, no les queda otra. Tenemos que ganar por nosotros, por nuestras familias y por el país”, indicó Neymar, ausente en el partido ante Alemania.

Su homólogo holandés, Arjen Robben, fue mas tajante y opinó sin reparos acerca del partido. "Brasil puede quedárselo. Aquí sólo vale una cosa, y es ser campeón mundial'', aseguró.

La única buena noticia para el seleccionador brasileño, Luis Felipe Scolari, es la vuelta al equipo de Thiago Silva, que tampoco pudo jugar en semifinales por acumulación de tarjetas. Tras la goleada encajada el lunes, el central del PSG vuelve al centro de la zaga con el objetivo de apuntalar una línea que, ante el combinado alemán, fue un auténtico desastre.

La clave: si Holanda sale al ataque en los primeros minutos, el nerviosismo y la ansiedad de los brasileños podría volver a manifestarse y provocar una segunda sangría. Los hombres de Van Gaal llevan 240 minutos sin hacer gol.