Católico busca católica
13 de junio de 2005
El negocio de las bolsas de contacto, por lo menos en el ciber espacio alemán, es un éxito. Según un estudio del foro "Comparación de Bolsas de Contactos para Solteros", como publica Der Spiegel en su versión digital, el número de membresías en estas agencias de contacto creció de 6,9 millones a finales del 2002 a 13,9 millones en el año anterior.
A ello se suman los 4,6 millones de usuarios de foros para citarse on-line, sin que exista intermediario alguno. La oferta es tanta y tan variada que el usuario podría perderse.
Por ello, lo más nuevo es la especialización: hay páginas especializadas para encontrar a aquellos que les gusta cocinar, sólo para padres y madres separados, para agricultores y agricultoras, para los que quieren aventuras eróticas ejemplares, para los que quieren un grupo sanguíneo específico…. Y desde hace un algunos días para católicos que buscan católicos, para casarse. Dependiendo de la orientación, esto último se puede ver como una limitación, una estigmatización, o simplemente como un filtro para gente que sabe exactamente lo que quiere. En este caso, un católico o católica que busca homólogo, para casarse.
La idea de un obispo
Aunque la página la ofrece una pequeña empresa, la idea surgió del obispo de Salzburgo, Andreas Laun. Una pareja joven antes de casarse le había comentado cuánto les hubiese ayudado algo así para encontrar a la pareja afín.
Redescubrir el amor, como verdad del hombre y su verdadera dignidad, propone Monseñor Laun, doctor en Teología, en una de sus múltiples publicaciones. Resalta "la extraordinaria importancia que para la suerte del hombre y de la humanidad encierra la familia y el matrimonio como casa del amor humano, lugar privilegiado de su vivencia y realización. Y entonces, como cree el prelado, puesto que "en la fidelidad, el matrimonio y la familia está la salvación de la humanidad", hay que propagarlo también por internet.
En el amor y en la guerra…
Así, el usuario de esta página -además de pagar 70 euros por una suscripción anual- tiene que declararse adepto del catolicismo, y declarar sus más serias intenciones de querer llevar una vida católica, que obviamente pasan por el sacramento del matrimonio. La homosexualidad y el acto sexual marital con preservativos no caben en este conglomerado, que parte de un contingente de 2000 participantes, entre los cuales obviamente no hay divorciados. Los primeros 300 que se inscriban ganan una suscripción gratuita.
"
No confíe ciegamente'", se aconseja al usuario en la página www.kathtreff.org, "también en una página católica hay ovejas negras". Y aunque resalta las ventajas del medio electrónico para encontrar al católico o católica de su vida, aconseja la prudencia, buscar el contacto personal, y -como cabe esperarse de un católico que se precia de serlo, en pleno siglo XXI- acompañar la búsqueda de un buen rezo al Dios sin cuya voluntad no se mueve ni un pelo sobre esta tierra, tampoco un email.