Chávez, Sarkozy y Koch

El Rhein Zeitung, editado en Koblenz, aborda de modo irónico el debate impulsado por el ministro presidente de Hesse, Roland Koch: “Es un hecho que las altas tasas de criminalidad entre jóvenes extranjeros constituyen un problema en materia de integración. También lo es que la disposición a realizar actos violentos no es exclusiva de este sector. Y quizá la pronta expulsión de criminales reincidentes sea una solución, pero de poco ayudará pues la mayoría de estos jóvenes posee el pasaporte alemán. Sólo después de las elecciones en Hesse podrá proseguir de manera serena el debate sobre las formas de penalizar estos actos, o de solucionar la criminalidad juvenil. Hasta que termine la campaña, los jubilados de Hesse deberán conformarse con confiar en que, como dice Koch, nunca los agrederá un joven alemán.”

Recuperar clientela

La misma connotación electoral aparece en el análisis del Tagesspiegel, periódico berlinés: “Ronald Koch apela a la clientela más derechista de su partido, la Unión Cristianodemócrata, de igual modo como lo hizo en su campaña de 1999 contra la doble nacionalidad. Esto debe resultar alienante para un partido que precisamente se encuentra en una lucha por ser identificado como parte del centro político-iedológico, y no de los extremos. Con ello, la CDU ha abierto el camino para que los ciudadanos sin partido se vayan hacia la extrema derecha o hacia la extrema izquierda. El que Koch intente rescatar a esta clientela política, tradicionalmente fuerte en Hesse, no solamente es carente de todo escrúpulo. Es tan necesario como la búsqueda de una estrategia permanente para retener a los conservadores del ala más radical dentro de sus filas. Quien condene tal estrategia pasa por alto que el más brutal de los populismos brutales se ubica mucho más allá de esta línea divisoria.”

Un platillo clásico

El Dresdner Neueste Nachrichten, de Dresde, coincide: “La andanada contra los jóvenes extranjeros que cometen crímenes es un platillo clásico. Un tema candente con el cual de seguro se tocan puntos sensibles del enemigo. La estruendosa reacción no se ha hecho esperar. Independientemente de si un brutal ataque a un jubilado muniqués basta para arremeter contra todos los pecados de la multiculturalidad, Koch ha puesto a discusión en plenas fiestas de fin de año un tema sobre el cual todos gustan de opinar. Incluso Koch, que se encuentra en plena campaña, ha de ser juzgado por sus hechos. El dicho popular lo expresa claramente: nunca golpees un nido de avispas. Pero si lo haces, es mejor que te sujetes bien.”

Que hablen los expertos

El Neue Osnabrücker Zeitung extrae una conclusión concisa y profunda: „La Unión Cristianodemócrata y el Partido Socialdemócrata reparten sonoras evaluaciones y propuestas. Pero ahora debieran hablar los expertos en la práctica: criminólogos, jueces, fiscales y pedagogos. Ellos nos darían un panorama muy diferente al de los políticos, porque no llevan a cuestas ninguna campaña electoral.”

Chávez y Sarkozy

Otro tema aparece en la prensa europea de hoy: la liberación de tres rehenes, de los cientos que tiene en su poder la guerrilla colombiana FARC. A este respecto, el diario conservador vienés Die Presse señala: “El presidente francés, Nicolas Sarkozy, inquieta por su afán de protagonismo, que se desata a la menor provocación. De Hugo Chávez es perturbador su delirio de grandeza. Con su sordo antiamericanismo, él se ve como la luz de la izquierda latinoamericana y, claro, de la izquierda mundial. Los petrodólares, que corren de manera ingente desde Estados Unidos, mucho lo ayudan en su cruzada. Pero como dice el refrán popular: en pantalones llenos apesta mejor."

¿Y los rehenes?

El Frankfurter Allgemeine Zeitung también opina sobre lo que sucede en Colombia y Venezuela : "La escenificación de una presunta acción humanitaria por parte del presidente Hugo Chávez y la organización terrorista colombiana FARC es desde su origen lo suficientemente falta de gusto como para restarle cualquier hálito de buena voluntad a sus patrocinadores. Porque la comedia de la jungla revolucionaria no es más que la versión mundial de un guión cuyo centro de atención no está en las personas que, en parte, se encuentran desde hace diez años como rehenes, obligadas a vegetar para servir como escudo humano. El único interés de las FARC en la Venezuela de Chávez, y de ésta en aquellas, tiene un nombre muy sencillo: cocaína. Pero ello llama poco la atención en las capitales de Occidente."