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Colisión de trenes en Bélgica: "Mayoría de víctimas serían inmigrantes"

15 de febrero de 2010

Bélgica se despertó este lunes 15 de febrero conmocionada por siniestro de trenes en localidad flamenca de Buizingen, cerca de Halle, a unos veinte kilómetros de Bruselas. Aún no hay certeza sobre el número de muertos.

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Bélgica: la muerte viajaba en segunda clase.Imagen: AP

Resulta más que llamativo que casi cinco horas después de la tragedia la página web de los Ferrocarriles Belgas siga anunciando la promoción "Dúo San Valentín: 14 euros para dos personas ida y vuelta", con un gracioso angelito (a la sazón Cupido) que dispara las "flechas del amor". Ni una sola línea informativa para los familiares de los afectados.

Si se confirman las casi 25 víctimas mortales, de las que daba cuenta la televisión flamenca VRT, se trataría de la catástrofe más grave de este tipo en este país de apenas diez millones de habitantes, en la encrucijada de las culturas germánica, francófona y flamenca.

Antecedentes culturales en otro accidente

Las dos locomotoras quedaron incrustadas una en la otra, a modo de fuelle de acordeón. Es inevitable pensar en la tragedia que se vivió en 2001, cuando un "error de comunicación" entre dos jefes de estación (uno flamenco y otro francófono) causó ocho muertos en otro choque frontal cerca de Lovaina, a unos 25 kilómetros al norte de Bruselas.

Karte Belgien mit der Hauptstadt Brüssel und der Stadt Halle Zugunglück
Mapa de Bélgica.Imagen: DW

Ese accidente puso de manifiesto, de una manera especialmente cruda, que el país -sede las instituciones europeas- sigue dolorosamente escindido, como en hemisferios casi irreconciliables, entre esas dos comunidades: una, Flandes (más rica, al norte) y otra menos favorecida -e incluso en declive industrial- (Valonia, al sur). Lo más dramático de aquella situación fue que el desconocimiento idiomático de uno y de otro jefe de estación hizo que el maquinista de uno de los dos trenes se desorientara, lo que causó la tragedia.

Uno de los maquinistas ignoró una señal

Este lunes, según los indicios, uno de los dos trenes regionales siniestrados, que salió de Lovaina, ignoró el semáforo en rojo y chocó con el otro, que había salido normalmente, tras el preceptivo semáforo verde, a la altura de Buizingen.

Según la cadena flamenca de televisión VRT, en el primer tren había diez fallecidos y en el otro 15 víctimas mortales. Los equipos de rescate trabajaron durante horas entre los restos de los dos trenes accidentados, que quedaron convertidos en virtuales tirabuzones de hierro, enroscados en sí mismos, a modo de mortal escorzo.

El accidente, que se produjo a las 08:30 horas (07:30 GMT), en plena hora punta de tráfico de cercanías y en territorio de la comunidad de Flandes, ha dejado estremecido al país. El primer ministro de la comunidad de Flandes, Kris Peeters, habló hoy de "jornada aciaga para Bélgica".

Alcalde cree que fueron 20 las víctimas

"Los heridos más graves recibieron los primeros auxilios en el lugar de los hechos y posteriormente fueron trasladados a los centros sanitarios más próximos", aseguró Dirk Pieters, alcalde de Halle, quien se mostró muy afectado por lo ocurrido. "Creemos que el menos 20 personas han perdido la vida en este accidente", declaró el alcalde. Podría haber "decenas" de heridos, muchos de ellos graves, agregó. Hasta el momento, las autoridades han confirmado diez muertos, aunque -dado que muchas personas quedaron atrapadas en el interior de los vagones- la cifra de 20 o 25 muertos parece muy posible.

Se trata de un trayecto utilizado con mucha frecuencia por viajeros que residen fuera de Bruselas y que se desplazan cada día a sus puestos de trabajo en la capital belga. La mayor parte de ellos son de origen humilde y suelen ser emigrantes residentes en esas localidades, por que lo que se cree que la mayoría de las víctimas serían inmigrantes, informan los medios belgas.

La empresa federal de Ferrocarriles Belgas (SNCB) suele utilizar trenes muy modernos, normalmente de fabricación francesa, para cubrir sus rutas nacionales más importantes pero -con frecuencia- descuida el material para cercanías.

En concreto, los dos trenes siniestrados fueron fabricados en los años 70. A modo de ejemplo, el 80% de los vagones del metro de Bruselas data de esa época. Igualmente, el 90 por ciento de los tranvías que circula en la capital belga data de finales de los años 60.

Autor: José Ospina-Valencia/ dpa/ap/Reuters

Editora: Emilia Rojas