Futuro de la UE: los ciudadanos tienen la palabra

El presidente francés, Emmanuel Macron, se ve a sí mismo como el padre espiritual de la "Conferencia sobre el Futuro de Europa". A pesar de la pandemia, insistió en inaugurar en persona la conferencia en el casi vacío edificio del Parlamento Europeo en Estrasburgo.

Macron y las tres grandes instituciones de la UE, el Parlamento, la Comisión de la UE y el Consejo, es decir, la representación de los 27 Estados miembros, quieren impulsar la idea de una Europa democrática.

Comienzo con obstáculos

En la Universidad de la Sorbona en París, en 2017, Macron habló de renacimiento europeo y una "Europa soberana" que debería "proteger" a sus habitantes. El presidente francés instó a la realización de reformas en la UE. A finales de 2019, Francia y Alemania, los dos países más grandes de la UE, finalmente dieron luz verde a una "conferencia del futuro".

La encuesta prevista entre los 27 Estados miembros no funcionó por las restricciones por la pandemia y la disputa entre los Gobiernos de los Estados miembros, el Parlamento Europeo y la Comisión de la UE por los detalles sobre la conferencia. El proyecto se retrasó un año. Hace unas semanas, las instituciones se pusieron al fin de acuerdo sobre algunos aspectos, "pero aún no está claro cómo se determinarán y pondrán en práctica los resultados de la conferencia", criticó Sophia Russack, del Centro de Estudios de Política Europea (CEPS), desde una videoconferencia en Bruselas.

"Un ejercicio de democracia"

Los políticos en Bruselas y las capitales europeas necesitan ideas para llevar a cabo reformas. Para ello, los ciudadanos de la Unión Europea están llamados a contribuir con sugerencias, dijo entusiasmada la comisaria de la UE Dubravka Suica, encargada de organizar dicha conferencia, por ahora online. Su departamento se llama "Nuevo impulso para la democracia europea".

Desde mediados de abril se ha activado una plataforma online en los 24 idiomas oficiales, donde los ciudadanos de la UE pueden expresar su opinión y organizar ellos mismos eventos en su ciudad. "Este es un ejercicio muy amplio de democracia que no se había visto nunca", dijo Suica, elogiando el proyecto. "La gente puede alimentarnos con ideas", afirmó.

Las sugerencias se evaluarán de forma regular. Estos informes se presentarían luego a paneles seleccionados de ciudadanos en todos los Estados miembros para su debate, explicó la comisaria de la UE. Los resultados de los paneles de ciudadanos se trasladarán a las sesiones plenarias de la conferencia. Este pleno está formado por 433 personas de la esfera de la UE, así como personas "comunes" seleccionadas al azar. El órgano legislativo vela por todo el proceso, también la comisaria y los representantes de los Estados miembros.

No es casualidad que la conferencia termine en un año, cuando Macron se convierta en presidente del Consejo de la UE. En medio de la campaña electoral para su reelección, Macron utilizará de alguna manera el impulso de reformas esperado, según sospechan los diplomáticos de la UE en Bruselas.

Amplia gama de propuestas

En la plataforma en línea de la conferencia futureu.europa.eu, ya se registraron 9.200 personas y ya se publicaron más de 2.000 propuestas de reformas. Estas sugerencias van desde el cese total de la inmigración a Europa hasta la implicación de las casas reales de la UE en su financiación.

Dubravka Suica prometió que los diálogos y las sugerencias del sitio web serán moderados y ordenados. Se eliminarán las noticias falsas y los comentarios racistas.

La experta de la UE Sophia Russack es escéptica al respecto, porque ya se han llevado a cabo ejercicios similares de participación ciudadana. Los diálogos ciudadanos "en realidad no interesaron a nadie", criticó Sophia Russack. Los resultados fueron "apenas discutidos y rápidamente olvidados" por las instituciones en Bruselas.

El eurodiputado verde Daniel Freund espera que todo sea diferente esta vez. En particular, "la participación de personas seleccionadas al azar podría ayudar”. Freund insiste en que la conferencia  podría cambiar la forma en que se hará política en Bruselas.

(rmr/ers)