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Cumbre Brasil-UE: muchas coincidencias

6 de octubre de 2009

La protección climática, la eficiencia energética y la crisis en Honduras fueron algunos de los principales temas discutidos en la tercera Cumbre Brasil-Unión Europea, en Estocolmo, la capital de Suecia.

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Luiz Inacio Lula da Silva (izq.), Fredrik Reinfeldt (centro) y José Manuel Barroso: un clima de entendimiento.Imagen: AP

El encuentro, llevado a cabo el martes (06.10.2009), fue presidido por el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; el primer ministro de Suecia, Fredrik Reinfeldt, en su calidad de actual presidente del Consejo de la Unión Europea; y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso. Las negociaciones para un ambicioso acuerdo en relación con el calentamiento del planeta, la crisis económica mundial y la profundización de las relaciones bilaterales estuvieron en el foco del encuentro.

Brasilien-EU-Gipfel in Stockholm
Luiz Inacio Lula da Silva (izq.) con José Manuel Barroso, Fredrik Reinfeldt y Jürgen R. Thumann (director de BusinessEurope), en Estocolmo.Imagen: AP

En una conferencia de prensa posterior a la reunión, los mandatarios destacaron la importancia de que los Gobiernos del mundo asuman sus respectivas responsabilidades y lleven planes concretos a la Cumbre sobre el Clima, que se realizará en diciembre en Copenhague, Dinamarca.

Brasil y la Unión Europea se comprometieron a contribuir para lograr los objetivos de una reducción del calentamiento global asumiendo “metas claras y ambiciosas a mediano plazo”, según se lee en la declaración final de la Cumbre, además de “compromisos jurídicamente vinculantes para los países industrializados”.

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva solicitó a los países participantes en la Cumbre de

Dinamarca que presenten medidas concretas y asuman sus respectivas responsabilidades: “Cada Gobierno tiene que asumir costes para evitar que el planeta sufra daños”. Y agregó: “Cada país tiene que declarar 'soy responsable del calentamiento y por lo tanto también de reducir las emisiones de carbono'. Ésa es la única opción. Porque si seguimos echándonos la culpa mutuamente nunca llegaremos a una solución.”

“Respetar el desarrollo económico y social de los países en desarrollo”

La Unión Europea se fijó como objetivo limitar el calentamiento global a menos de dos grados por encima de la temperatura promedio antes de la era industrial. En el acuerdo de Copenhague se aspira además a fijar metas globales para la reducción de las emisiones y proveer una base adecuada para verificar la capacidad de adaptación de cada país al cambio climático.

Brasilien-EU-Gipfel in Stockholm
Cumbre Brasil-UE: deben asumirse responsabilidades.Imagen: AP

En la declaración conjunta firmada en la Cumbre, Brasil y la Unión Europea llamaron a los países industrializados y en desarrollo a presentar antes de la reunión de Copenhague “lo más rápido posible metas ambiciosas de reducción de emisiones, acciones y estrategias” para la reducción del efecto invernadero. Ambas partes concordaron en que el desarrollo de una economía de bajas emisiones de carbono debe tener prioridad, “respetando el desarrollo económico y social de los países en desarrollo”.

Lula dijo que “es preciso tener en cuenta que un país como China no puede pagar como Inglaterra, que comenzó a industrializarse 200 años antes”. La Unión Europea concuerda en que deben existir plazos más amplios para los países en desarrollo. “Todos tenemos que hacer esfuerzos para lograr los objetivos y para que los países menos ricos, con más necesidades, sean ayudados”, subrayó el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt.

El fomento del uso de las energías renovables y el esfuerzo para mejorar la eficiencia energética son vistos por ambas partes como una importante contribución para cumplir con los requisitos de un desarrollo sostenible.

Brasil y la Unión Europea reafirmaron asimismo su compromiso político en cuanto al desarrollo y la utilización de fuentes de energía limpias, alternativas a los combustibles fósiles, incluida la producción de biocombustibles, comprometiéndose a aumentar la cooperación en ese sector.

“Brasil: una matriz energética limpia”

“Me gustaría que todos los países tuvieran una matriz energética tan limpia como la de Brasil”, comentó el presidente brasileño. “Tenemos un 47 por ciento de producción de energía limpia, mientras que en el resto del mundo es de un 12 por ciento. Tenemos un 85 por ciento de la matriz de energía renovable. Nuestros automóviles son movidos en por lo menos un 25 por ciento con etanol y el 85 por cientos de los automóviles producidos en Brasil son flexibles”, enumeró.

La crisis política en Honduras también estuvo en el orden del día de la Cumbre. Brasil y la Unión Europea condenaron conjuntamente la violación del orden constitucional en el país y exigieron una garantía de inviolabilidad de la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, además del respeto a la integridad física del presidente Zelaya.

En el texto de la declaración final, Brasil y la UE “reiteran su apoyo a los esfuerzos regionales de mediación realizados por la OEA y por el presidente de Costa Rica, Oscar Arias. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva insistió en que el jefe del actual Gobierno, Roberto Micheletti, debe permitir la restitución en el cargo del presidente depuesto, Manuel Zelaya.

"Para nosotros, la solución en Honduras es fácil: que quienes participaron en el golpe dejen el poder y permitan el regreso del presidente Zelaya”, agregó Lula. “Pero mientras haya un golpista, tenemos que exigir que se vaya, para que Honduras tenga nuevamente un presidente electo”, concluyó el presidente del Brasil.

Autor: Marcio Damasceno/PK
Editora: Claudia Herrera Pahl