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El modelo Volkswagen se desmorona

Emilia Rojas Sasse13 de junio de 2006

La empresa automovilística alemana que deslumbró en su día con una reducción de la jornada laboral para salvar puestos de trabajo, quiere volver a imponer las 35 horas semanales, sin compensación salarial.

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La semana amenaza con tener 35 horas de trabajo para el personal de VW.Imagen: AP

Volkswagen, el mayor fabricante de autos de Europa, está en aprietos. Para salir de ellos, la empresa pretende recurrir esta vez al modelo clásico: apretar el cinturón de los empleados. Atrás, muy atrás, quedaron los tiempos en que VW brilló por su forma innovadora y audaz de sortear la crisis debida a una baja en la demanda, en 1994. Por ese entonces, aplicó un modelo considerado revolucionario. Los empleados acordaron con la patronal reducir la jornada laboral y los salarios en un 20%.

¿Retorno a las 35 horas semanales?

El resultado inmediato fue que lograron salvarse cerca de 20 mil puestos de trabajo. Medidas complementarias mitigaron, por otra parte, la reducción salarial, que se limitó a cerca de un 15%. Los aplausos para el "modelo Volkswagen" fueron generales. Pero las medidas, previstas en un principio para sortear una coyuntura negativa y durar sólo dos años, fueron adquiriendo carácter permanente y siguen vigentes a grandes rasgos.

Hoy en día, los trabajadores de Volkswagen aún trabajan cuatro días a la semana, lo que equivale a 28,8 horas. Y eso es justamente lo que la empresa quiere cambiar, alegando que los costos de producción de la empresa superan en un 20% a los de los competidores. En consecuencia, demandan el retorno a las 35 horas de trabajo semanales, sin una compensación salarial. Para los trabajadores, la medida implicaría, de facto, una rebaja del 20% en las remuneraciones.

Resistencia sindical

El panorama se perfila más que sombrío para el personal, considerando que Volkswagen ni siquiera vincula su demanda a la promesa de mantener en su totalidad los 100 mil puestos de trabajo en sus seis plantas de Alemania occidental. Un alto funcionario admitió que eso será muy difícil y ya se pone en duda la subsistencia de aproximadamente 20.000 plazas.

Los planteamientos de Volkswagen, lógicamente, han caído como un puntapié en el estómago de los afectados. Representante sindicales han anunciado resistencia y afirman que incrementar la jornada laboral no tendría sentido, en vista de que en algunas secciones no hay actualmente ni siquiera trabajo suficiente para copar las 28,8 horas semanales. La pugna recién comienza y todo hace prever que será dura. Pero, desde ya, algunos expertos hacen notar que Volkswagen no podrá evitar el doloroso proceso de racionalización que sus competidores ya vivieron hace una década.