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Honduras: las primeras tareas

Mirra Banchón28 de noviembre de 2013

Para el futuro presidente de Honduras, reconocer la crisis de derechos humanos debe ser tarea prioritaria. Su gran desafío será fortalecer el sistema judicial, dicen observadores internacionales consultados por DW.

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Juan Orlando HernandezImagen: Julio Antunez/AFP/Getty Images

“En Honduras estamos a las puertas de una crisis de derechos humanos. Hemos visto con gran preocupación un incremento en los ataques y las agresiones, un indicativo de una seria situación de inseguridad, de gran impunidad y de gran vulnerabilidad sobre todo de indígenas, afrodescendientes, mujeres y comunidad lgtb”, explicaba a DW Nancy Tapias, investigadora para las Américas de Amnistía International (AI).

“Lo primero que debe hacer el futuro presidente es reconocer esta situación”, decía Tapias, pocas horas después de que el Tribunal Supremo Electoral declarara ganador a Juan Orlando Hernández, del gobernante Partido Nacional. Su contendiente más cercana, Xiomara Castro, del Partido Libre, representa a la segunda fuerza política del país.

Aunque el informe definitivo de la misión electoral de la UE –presente en el país desde mediados de octubre con más de noventa observadores- , se espera apenas para enero de 2014, en el preliminar acreditaba “una votación y recuento transparente tras una campaña opaca y desigual”. Por su parte, desde la Comisión Europea se subrayó la confianza en el trabajo del Tribunal Supremo Electoral.

Un país militarizado

Pero la situación de violencia -agravada, según AI, después del golpe de Estado del 2009, es preocupante. “El problema de seguridad pública está siendo abordado principalmente a través de la militarización. Aunque esto es una respuesta natural del Estado, la Fuerza Pública debería estar entrenada en los parámetros de derechos humanos”, explica Tapias.

La misión de observación enviada por la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), recomienda “que los militares no cumplan funciones de Policía”. Al parecer, la presencia de las Fuerzas Armadas frente de los centros de votación aportó elementos intimidantes.

Honduras Wahlen 2013 Hernandez 26. Nov
Protestas tras las eleccionesImagen: ORLANDO SIERRA/AFP/Getty Images

La impunidad

Según informa la FIDH, especial preocupación causa el hallazgo de dos listas con nombres de líderes sociales, sindicalistas, periodistas, defensores de derechos humanos y dirigentes del Partido Libre que supuestamente serían asesinados. Por otro lado, los miembros de la Fiscalía Especial de Derechos Humanos y Anticorrupción han sido recientemente destituidos de manera arbitraria.

Según Susanna Daag, miembro de la misión de observación de la FIDH, garantizar la independencia del sistema judicial y fortalecerlo será uno de los grandes desafíos del gobierno durante los próximos cuatro años.

¿Fuerza pública versus población?

En Honduras -que impulsa su recuperación y su crecimiento económicos con inversiones públicas y exportaciones agrícolas- dos tercios de la población viven en condiciones de pobreza; en zonas rurales, según informes del Banco Mundial, en el 58% de los hogares la pobreza es extrema. Con la mayor tasa de homicidios, la violencia es el mayor desafío para su desarrollo.

“Sin establecer responsabilidades”, cuenta a DW Tapias, “el caso del COPIN, la organización de pueblos indígenas hondureños, es ejemplar: en julio de este año, en una protesta pacífica en relación a un proyecto hidroeléctrico en la zona de Río Blanco (la hidroeléctrica no había cumplido con la consulta previa libre e informada), uno de los líderes fue asesinado por la Fuerza Pública cuando se estaba manifestando.”

El papel de la UE

Por su parte, la Alta Representante de la diplomacia europea, Catherine Ashton, recordaba que a través del acuerdo de asociación entre la UE y América Central, la relación con Honduras entra en una nueva fase, en la cual “la UE renueva su compromiso de apoyo a las instituciones democráticas, los derechos humanos y el desarrollo”.

No obstante, “la UE puede hacer más evidente su apoyo y ser más proactiva. La delegación de la UE y las embajadas de sus Estados tienen un papel primordial a jugar, reconociendo pública y explícitamente la legitimidad de quienes defienden los DD.HH.”, opina Tapias, concluyendo: “La UE debería velar por que todas las medidas que se tomen para combatir problemas tan graves como la impunidad y la inseguridad pública se hagan dentro del respeto a los DD.HH. El futuro presidente debe reconocer la crisis humana que vive el país y comprometerse a abordarla”.