España: la revolución de los emprendedores
22 de noviembre de 2018
San Sebastián, País Vasco, España. La hermosa ciudad era hace quince años uno de los focos del terrorismo de ETA, pero hoy se respiran aires nuevos. Personas como Mercedes Vila se encargan de ello. Vila es uno de los pocos talentos de España que en los pasados años no han emigrado a Londres, California o Berlín. En lugar de ello, ha fundado su propia empresa, "Bio. Tech. Food”.
El concepto de ciudad inteligente
Mercedes Vila es biotecnóloga de formación y fabrica carne y pescado de laboratorio mediante la estimulación de crecimiento celular. Está convencida de su producto: "En 2021 estará en los supermercados porque la ganadería actual no es rentable”, asegura. No es la única en su campo de investigación, pero "nadie ha llegado tan lejos”, dice orgullosa Vila. Aparte de las numerosas empresas de nueva creación, la ciudad de San Sebastián también quiere generar crecimiento a partir del concepto de "smart city” o ciudad inteligente al que pertenece el barrio ecológico Txomin, en el que hay 1500 viviendas que utilizan sistemas "verdes” de calefacción a distancia.
La ciudad cántabra de Santander también demostró en 2012, uno de los años de la crisis, que merece la pena ser una ciudad inteligente. Su proyecto de sensores de información repartidos por toda la ciudad, visibles solo para ojos experimentados, y el dinero ahorrado a partir de ese sistema han despertado el interés de inversores y políticos de todo el mundo. Gracias al antiguo alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, también existe una red española de ciudades inteligentes, RECI, y también una red de centros turísticos inteligentes.
Madrid pierde importancia
Así han surgido por fin en España importantes centros industriales: biotecnología en Valencia, Pamplona y San Sebastián, telecomunicaciones, tecnología digital y negocios web en Santander, Madrid, Barcelona y Málaga, movilidad y energías renovables en Pamplona, Madrid, Valencia y Barcelona, así como cine y Animación 3-D en Alicante, Valencia, Barcelona, Madrid y Málaga. Aunque es algo que ningún partido reconocería abiertamente: "En la llamada economía digital aplicada estamos por delante de Alemania y Francia. Eso es algo que tiene que ver con la crisis, porque nos ha obligado a salir de nuestra zona de confort”, dice el economista español Aldo Olcese. Cuando el consumo se desplomó entre 2008 y 2014, emergieron nuevas visiones de futuro. El alto desempleo, que llegó hasta el 25 por ciento, solo pudo reducirse a través de la descentralización y la digitalización de la economía.
Francisco de la Torre, alcalde de Málaga desde el año 2000, cree que ya existe un "Malaga Valley". Puede sonar exagerada la comparación, pero en esa provincia andaluza, conectada diariamente por aire con 22 destinos británicos y 17 alemanes, se han asentado empresas tecnológicas como Dekra, Oracle, Google, Sage y Deloitte. Por supuesto, una de las razones son los salarios de los ingenieros, un 30 por ciento más bajos que en Alemania.
Salarios bajos y talento local
Mercedes Vilas ya habla con cadenas de supermercados, ganaderos y alcaldes sobre el futuro de su empresa, "Bio.Tech.Food". Gracias a emprendedoras jóvenes como ella se investiga más en el país, a pesar de los medios más escasos. Si en 1991 hubo 2134 concesiones de patentes, en 2014 se alcanzó un récord de 3234. Es un número que sigue estando muy por detrás de países como Francia y Alemania, pero que, lentamente, va acortando distancias.
A ello contribuyen lugares como el parque tecnológico IDEAS, en Málaga. Las empresas allí asentadas contribuyen en un 20 por ciento al rendimiento económico local y crean cada año mil puestos de trabajo. Aunque los salarios son tan bajos en España, el desempleo sigue siendo algo elevado y abunda el trabajo negro. Por eso, alcaldes como Francisco de la Torre desean encontrar una salida al dilema de ser, por un lado, sedes de empresas para trabajadores con sueldos bajos, y, por el otro, dejar escapar el talento local precisamente por este motivo. En España, el salario medio ronda los 1500 euros netos al mes y el salario mínimo son 859 euros. El actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quiere elevarlo, pero, de momento, sus presupuestos están bloqueados.
Resistencia de empresarios y ciudades
A Daniel Brett le importa bastante poco la política española. Hace tres años fundó la empresa "Counter Craft”. Su objetivo es atraer talentos a San Sebastián. "Nuestros sueldos no pueden competir con Londres o Silicon Valley y esta no es una ciudad barata”, admite Brett. Cada vez que consigue que un talento local retorne a San Sebastián, Brett recibe un jugoso suplemento económico.
La resistencia de alcaldes españoles y emprendedores de todos los colores políticos ante peligros como, por ejemplo, el movimiento separatista catalán, sorprende a las empresas alemanas en España: "Aquí en Barcelona se ha desarrollado un panorama de empresas incipientes que, junto con congresos internacionales como el ‘Mobile World Congress', atraen a los verdaderos especialistas e inversores a la ciudad”, dice Dirk Spangenberg, director de negocios de Haribo en España. Cataluña está en el segundo lugar en cuanto al número de empresas fundadas en España a lo largo de este 2018, solo por detrás de Madrid. En tercer lugar está Andalucía.
(ms/ers)
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