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Estudio: el compromiso con los refugiados no ha disminuido

Vera Kern (few/vt)8 de agosto de 2016

Cursos de alemán, padrinazgos, apoyo en las oficinas de inmigración: en Alemania, son cada vez más los que ayudan a refugiados voluntariamente, según un reciente estudio. No obstante, hace falta más apoyo profesional.

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La voluntaria, Carmen Hahn, dicta clases de alemán a refugiados.
La voluntaria, Carmen Hahn, dicta clases de alemán a refugiados.Imagen: picture-alliance/dpa/B. Wüstneck

“Todas las orquestas y teatros nos proporcionan boletos de entrada. Nos dicen: 'Queremos hacer algo con los refugiados'”, relata una voluntaria de un organismo de ayuda a refugiados, en la ciudad de Stuttgart, en un estudio publicado por la Fundación Bertelsmann. Lo que en sí es algo positivo, presenta, asimismo, un dilema: por ejemplo, alguien dona una bolsa con ropa de invierno. Y surge la pregunta: ¿quién clasifica, lava y distribuye esta ropa? Hacen falta personas que se puedan comprometer a largo plazo, se necesita más personal profesional, según expone el estudio.

A principios de este año, la Fundación Bertelsmann preguntó, en 17 entes locales, a 25 voluntarios cómo es la situación actual de la ayuda a refugiados. “El compromiso no ha disminuido, se mantiene estable”, dijo Bettina Windau, directora del área Futuro de la Sociedad Civil en la Fundación Bertelsmann, en entrevista con DW. Para que la ayuda funcione a largo plazo, el engranaje entre la ciudadanía y los entes locales debe ser mejor, añadió Windau.

Voluntarios se enfrentan, constantemente, a preguntas que están fuera de su área de competencia, dijo Windau. En particular, asuntos administrativos, como entender las leyes de asilo o llenar formularios para quienes ya se les ha otorgado residencia. “Ahí es donde empieza el verdadero trabajo: solicitar ayuda por desempleo, llenar formularios para algún apartamento, etc.”, dijo un miembro de un equipo de ayuda a refugiados en Flensburgo, en referencia al programa de bienestar alemán.

Investigadores hablaron con voluntarios en todo el país, tanto en la ciudad de Passau, en el sureste alemán, donde, en su punto máximo, alrededor de 5.000 personas cruzaban diariamente la frontera, como en Flensburgo, en el norte, donde decenas de refugiados han estado varados en la estación de tren, esperando ir a Suecia. Voluntarios en municipalidades menores también fueron entrevistados, así como en el este de Alemania, donde la xenofobia es mayor que en el resto del país.

“Bienvenidos a Múnich”, miles de personas salieron el verano pasado a brindar su ayuda a refugiados.
“Bienvenidos a Múnich”, miles de personas salieron el verano pasado a brindar su ayuda a refugiados.Imagen: picture-alliance/dpa/N. Armer

Una mejor organización

La diferencia más grande en comparación con el verano pasado: los voluntarios están mejor organizados. “Más allá de la espontánea iniciativa inicial de ayudar, existe hoy un proceder estructurado”, dijo Windau. En muchos sitios se fundaron asociaciones; en general la ayuda se ha profesionalizado. Ahora existen cursos de preparación para voluntarios, en donde, por ejemplo, se aprende sobre sensibilidad intercultural.

Si en un principio el objetivo era proveer a refugiados con insumos básicos, ahora los esfuerzos deben dirigirse a la integración. En este aspecto, los voluntarios están desempeñando una labor que es responsabilidad del Estado. Estos dan clases de alemán, ayudan a buscar alojamiento, traducen formularios y aplicaciones y organizan eventos para los niños. Para muchos refugiados, los voluntarios son un importante puente hacia las autoridades.

Hasta la fecha, el trabajo ha funcionado muy bien, en parte porque muchos de los voluntarios trabajan casi a tiempo completo. Aún así, ningún voluntario respondió sentirse abrumado o explotado.

Refugiados y voluntarios se reúnen en la ciudad de Dortmund.
Refugiados y voluntarios se reúnen en la ciudad de Dortmund.Imagen: picture-alliance/dpa/M. Hitji

Los voluntarios fueron entrevistados poco después de los sucesos de Nochevieja en la ciudad de Colonia, cuando en Alemania ciertas figuras políticas y algunos medios criticaban a los refugiados. “Muchos quisieron tomar, conscientemente, una postura en contra de la ideología de derecha”, dijo Windau, quien añadió que voluntarios en Dresde y Gera –donde el movimiento “Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente” (PEGIDA) es más fuerte– han creado una red especialmente buena, tanto entre ellos como con las autoridades.

Según Windau, los voluntarios comprometidos con la causa han sido el pilar central en el trabajo de ayuda, especialmente después de los tres ataques perpetrados por personas que habían solicitado asilo en Alemania. Según el estudio de Bertelsmann, los voluntarios han ayudado a propagar una actitud positiva hacia los refugiados dentro de sus comunidades. El estudio recomienda a ciudades y municipios seguir mejorando en la coordinación y reconocer aún más el trabajo de los voluntarios.