Fráncfort, ciudad universitaria

“Aquí debe circular un autobús”, rezaba la pancarta de los estudiantes que se manifestaban en la noche del 20 de diciembre de 2007 –cuando los controles fronterizos fueron abolidos en el marco de la ampliación del Tratado de Schengen– para exigir la creación de una línea de autobús interurbana. Ellos dicen en voz alta lo que muchos sólo piensan y ponen en práctica lo que pocos se atreven a soñar. Un autobús propio, verbenas, foros de intercambio – bajo el lema “Los estudiantes muestran cómo hacerlo”, la Comisión de Estudiantes aboga por los jóvenes ávidos de conocimiento que vienen a Fráncfort del Oder procedentes de todo el mundo.

Estudiar aquí, vivir en el país vecino

También la Verbündungshaus Fforst, situada en el centro de Fráncfort –a medio camino entre la universidad y el paso fronterizo– es una iniciativa de autogestión. Es una residencia de estudiantes internacional ubicada en un edificio de bloques de cemento que alguna vez estuvo a punto de ser derribado. Allí tienen lugar sesiones de cine, conciertos, exposiciones y cursos de cocina. Las cinco residencias de la asociación de estudiantes ofrecen alojamiento a alrededor de 1.250 alumnos. Resulta más económico vivir en el lado polaco del río Oder, donde se encuentran las residencias de la universidad asociada de Poznan.

Alta cultura y fiestas

En honor al poeta Heinrich von Kleist, quien estudió allí a principios del siglo XIX, Fráncfort del Oder es conocida también como “Kleiststadt”, denominación adicional que, desde 1999, es oficial. Sibaritas de la alta cultura visitan el museo a orillas del río dedicado a su persona.

Aún cuando Fráncfort del Oder no se considere exactamente una ciudad de moda, el centro urbano cuenta con numerosos bares y cafeterías. El club de estudiantes Grotte, en la Lindenstraße, es desde hace muchos años un lugar de encuentro ineludible, mientras que en la discoteca Kamea se baila hasta que amanece. Quien quiere saber dónde está la movida, siempre echa un vistazo al calendario de acontecimientos “Calendrina”.

Buena conexión con la metrópolis

A quien se le haga aburrido quedarse en Fráncfort del Oder, siempre tendrá la posibilidad de escaparse a la capital, Berlín. El trayecto en dirección al noroeste dura sólo una hora con el Regionalexpress, que circula cada treinta minutos – con la credencial de estudiante no cuesta ni un céntimo adicional.

Autor: Ronny Arnold

Editor: Rosa Macías