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Hillary Clinton declara ante el FBI

3 de julio de 2016

La virtual candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton, fue interrogada por el Buró Federal de Investigaciones (FBI) por el escándalo en torno a sus correos electrónicos.

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Imagen: picture alliance/AP Photo/C. Burton

El interrogatorio tuvo lugar este sábado (2.07.2016) en la sede central del FBI y, según reportes de medios locales, se extendió durante tres horas y media. Según explicó su portavoz Nick Merrill, Clinton respondió voluntariamente a las preguntas de los agentes sobre su uso de correo privado para asuntos de interés nacional mientras era secretaria de Estado (2009-2013).

El FBI investiga si la también ex primera dama y exsenadora envió o recibió además informaciones confidenciales, lo que implicaría una violación de la ley y podría valerle una acusación. Sin embargo, esto es poco probable, aunque la investigación en curso afecta fuertemente la campaña electoral de Clinton.

Republicanos al ataque

Los republicanos apuntaron a este tema para poner en tela de juicio la confiabilidad de la ex secretaria de Estado y para avivar el recuerdo de los escándalos que acosaron a su marido Bill Clinton durante su presidencia.

Donald Trump, quien según todo indica será rival de Hillary Clinton en noviembre próximo, llegó incluso a pedir una pena de prisión para la líder demócrata. "Es imposible que el FBI no recomiende presentar cargos contra Hillary Clinton", comentó en Twitter. "¡Lo que hizo estuvo mal! ¡Lo que hizo Bill fue estúpido!".

El presidente del Comité Nacional Republicano (RNC, en inglés), Reince Priebus, destacó hoy que con el interrogatorio, Clinton se ha convertido en el primer candidato presidencial de uno de los principales partidos en ser entrevistado por el FBI "como parte de una investigación criminal que rodea su conducta imprudente".

"Que el FBI haya querido interrogarla refuerza su papel central en la creación deliberada de una postura en la que puso sus propias ambiciones políticas por encima de las normas del Departamento de Estado y puso en peligro la seguridad nacional", agregó el republicano.

Reunión con Bill

El asunto de los correos ya agitó de nuevo esta semana la campaña electoral de EE.UU. después de un controvertido encuentro entre el expresidente Bill Clinton y la fiscal general del país, Loretta Lynch. Este viernes, Lynch aseguró que las investigaciones sobre el tema se están llevando a cabo con independencia de los intereses partidarios: "Los investigadores actúan de forma independiente, se atienen a la ley, analizan los datos", aseguró.

La polémica por los correos electrónicos se desató a comienzos de 2015, cuando los medios estadounidenses revelaron que, durante sus cuatro años en el Departamento de Estado, Clinton usó en todo momento una cuenta personal para sus comunicaciones, con un servidor privado.

Clinton reconoció entonces que habría sido "más inteligente" usar una cuenta oficial y entregó 55.000 páginas de correos electrónicos de esa etapa al Departamento de Estado para su publicación, pero el caso generó interrogantes sobre si trató indebidamente información clasificada del Gobierno al usar su cuenta personal.

Riesgo de seguridad

El Departamento de Estado identificó alrededor de 2.100 correos electrónicos del servidor de Clinton con información confidencial, aunque ha asegurado que muchos de ellos no se consideraron clasificados en el momento de su envío, sino que han sido etiquetados como tal durante la revisión actual de los mails. Así y todo, un informe del Departamento de Estado emitido en mayo criticó a Clinton, señalando que esa práctica supuso un riesgo en materia de seguridad y no se corresponde con la ley.

El tema de los correos acentuó además las acusaciones por parte de la bancada republicana en el Congreso sobre la mala praxis de la ex secretaria de Estado en el ataque contra el consulado estadounidense en Bengasi (Libia) en 2012, en el que murió el entonces embajador Chris Stevens y otros tres funcionarios del Gobierno.

Clinton se sometió hace unos meses a una comparecencia ante los legisladores para explicar lo ocurrido en aquel ataque que duró más de once horas y esta semana se hizo público el informe final de los congresistas sobre el atentado, en el que no se hallaron pruebas que inculparan a la aspirante demócrata.

RML (dpa, efe)