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Hungría: ¿Está el modelo de Orbán a punto de colapsar?

Keno Verseck
14 de julio de 2022

Con su postura pro Putin, Orbán ha aislado a su país. La UE podría suspender totalmente el pago de subvenciones y el modelo de Orban corre peligro de fracasar. Hungría está en un punto de inflexión.

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Viktor Orbán y Putin en el Kremlin
Viktor Orbán y Putin en el KremlinImagen: ALEXANDER ZEMLIANICHENKO/AFP/Getty Images

Durante más de una década, el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha mantenido en vilo a la Unión Europea. Orbán ha logrado paralizar a la UE con juegos tácticos o chantajearla con vetos en diversas cuestiones de política exterior o presupuestarias.

Ahora, sin embargo, puede estar llegándole su hora. Con su cercanía a Putin, Orbán ha aislado completamente a Hungría en la UE e incluso se ha enemistado con su aliado más cercano, Polonia. Por casos decorrupción, Bruselas retiene las ayudas por la pandemia a Hungría. Un nuevo dictamen jurídico concluye que Bruselas tiene la facultad de cortar todas las subvenciones a Hungría, que suman miles de millones.

Además, ya está claro que Hungría se enfrenta a una grave crisis económica y que el costoso modelo social de Orbán, con el que mantiene a raya a amplios sectores de la sociedad, es imposible de sostener. El primer ministro húngaro y su partido Fidesz obtuvieron una histórica victoria electoral en abril. Sin embargo, la nueva constelación política exterior e interior podría ser ahora el principio del fin del modelo Orbán.

Orban ha acusado a la UE de financiar la guerra y no la paz. Orbán se pronuncia repetidamente contra las sanciones antirrusas de la UE. Cuando el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kiril, iba a ser incluido en una lista de sanciones de la UE, el gobierno húngaro lo vetó. Con éxito: Bruselas eliminó de la lista al patriarca, que glorifica los crímenes de guerra.

Orbán, "ciego" ante crímenes de lesa humanidad

El viceprimer ministro polaco y líder del PiS, Jaroslaw Kaczynski, ha dicho que Orbán es ciego ante los crímenes de guerra rusos en Ucrania y le recomendó "ir al oculista". La convicción de que ya no es posible hablar seriamente con Orbán sobre democracia, Estado de Derecho y los valores fundamentales de la UE puede llevar a que todos sus miembros decidan votar por la cancelación de todo pago a Budapest.

Un dictamen del 6 de julio concluye que está justificada y es necesaria una anulación del 100% de la financiación de la UE a Hungría, ya que las violaciones del Estado de Derecho en ese país son tan graves, persistentes y sistemáticas que ni un solo euro está a salvo de la corrupción y los abusos.

¿Falta de voluntad de la Comisión Europea?

"Este dictamen es una fuerte señal jurídica de que nada se opone a un corte total de la financiación de Hungría", dice el eurodiputado verde Daniel Freund a DW. "Ahora la cuestión es si la Comisión tiene la voluntad política de aplicarlo".

La politóloga Kim Lane Scheppele, de la Universidad estadounidense de Princeton, una de las autoras del informe, dice a DW que la UE siempre ha tenido herramientas legales para sancionar a Orbán, "pero no hubo voluntad política y uno de los mayores obstáculos para ello fue siempre la ex canciller alemana Angela Merkel". Scheppele advierte que "la Comisión de la UE tiene que entender que, sin excepción, todas las instituciones estatales de Hungría están bajo el control político de Orbán y que éste seguirá como hasta ahora si no se le quita el dinero".

Para Orbán y su gobierno está en juego la financiación de generosas políticas sociales y fiscales, que el Fidesz utiliza para mantener contenta a su clientela.

En los últimos días, el gobierno húngaro retiró apresuradamente las medidas sociales y las concesiones fiscales introducidas antes de las útlimas elecciones. Rápidamente estallaron manifestaciones de protesta. El periódico Nepszava escribió: "Estas son señales de la caída".

(jov/er)