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Su desaparición supondría una catástrofe para varios países insulares del Pacífico, cuyas economías dependen de unos bancos de pesca que en su día fueron inagotables. Para estados como las Salomón el atún no solo es parte de la cultura y la cocina tradicional: constituye además la economía básica del archipiélago, que aparte de hermosas playas y cocoteros apenas cuenta con otro recurso.