1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

La excavación del Elba: ¿economía o ecología?

6 de febrero de 2017

Un Tribunal Federal decide si permitirá excavar el río Elba en Hamburgo. Los grandes barcos de carga podrían acceder mejor desde el Mar del Norte al puerto interior. Grupos ecologistas presentaron demanda en contra.

https://p.dw.com/p/2X4U1
Hamburg Containerschiff Hanjin Europe
Imagen: Imago/Hoch Zwei Stock/Angerer

"Al fin, al fin la espera tiene su recompensa", dice Axel Goderath. Desde hace más de una década que este banquero se ha dedicado al tema de la excavación del Elba, el megaproyecto de la mayor desembocadura fluvial en Alemania. Entre Cuxhaven, donde este desemboca en el Mar del Norte, y la terminal de contenedores Altnwerder, la ciudad de Hamburgo pretende apoyar la ampliación del cauce del río. Se trataría de la novena profundización desde 1880.

Disputa por el Elba: ¿trabajos o naturaleza?

Los buques portacontendedores son cada vez más grandes. Para estos enormes transatlánticos, el Elba es como el ojo de una aguja. Hamburgo, conocida como "Puerta del Mundo”, no se halla junto al mar, como las ciudades competidoras Rotterdam y Amberes. Sin embargo, vive de la carga y de la rotación de mercancía que llega por mar. Los detractores y partidarios del proyecto luchan por cada centímetro. Se trata de excavar o conservar, economía o ecología, muchos hechos y también muchas emociones. Por eso, las autoridades no hablan de profundización, sino de ajuste del cauce. Suena más inofensivo.

Axel Goderath y sus compañeros de batalla de la iniciativa ciudadana "Hamburgo por el Elba" estarán presentes cuando el Tribunal Administrativo Federal en Leipzig anuncie este jueves (9.2.) si el proyecto será autorizado.

Desde hace más de diez años, los afectados, asociaciones y comunas, se hallan en conflicto con las autoridades, los políticos y el Senado de Hamburgo. Incluso la Comisión Euoropea ha expresado su opinión al respecto: "El proyecto puede llevarse a cabo por motivos concluyentes y en gran medida por interés público, incluso cuando la evaluación de los impactos muestre repercusiones negativas en las áreas colindantes.”

Barco de carga en Hamburgo.
Más contenedores y mayores barcos. El Elba no es lo suficientemente profundo.Imagen: picture-alliance/dpa/A. Warmuth

Organizaciones medioambientales denuncian

Esas zonas de los alrededores están bajo observación por parte de las organizaciones medioambientales BUND y NABU, que han denunciado el proyecto. En el juicio no se debatirán expresamente los aspectos económicos. Los jueces no estudian las expectativas de la competitividad del puerto. Los pronósticos actuales para el futuro parten de 13 millones de contenedores anuales; en la actualidad son 8,8 millones.

El papel económico del segundo puerto más importante en Europa, después de Rotterdam, es indudable. El puerto depende de la economía mundial y especialmente del crecimiento económico de los países asiáticos. "La profundización del Elba, pero también la ampliación de las conexiones con la zona interior, tiene que suceder ya”, exige el catedrático Henning Voepel, del Instituto de Economía Mundial de Hamburgo (HWWI). "Sin la ampliación del cauce, el transporte de contenedores se desplazaría a otras ciudades, como Wilhelmshaven, Rotterdam o Génova”, dijo el jefe del instituto.

Axel Goderath sabe de la importancia del volumen económico y puestos de trabajo que acarrearía el proyecto. Teme, sin embargo, que si las excavadoras llegan hasta los 14,50 metros de profundidad, las repercusiones negativas sobre el medio ambiente sean mayores que el beneficio económico.

Este hombre, apasionado de la navegación a vela desde su niñez, dice que "el Elba que conocí con mis padres hace 50 años ya no existe”. Por las permanentes excavaciones fluye más agua del Mar del Norte río arriba. Sin embargo, el agua de los cauces artificales tras las excavaciones se estanca, los pequeños brazos del río se secan y las islas del Elba se llenan de arena. "Esto no puede seguir así”, dice Goderath justificando su rechazo al proyecto.

Transatlántico varado en el Elba.
Transatlántico varado en el Elba.Imagen: picture-alliance/dpa/L. Klemmer

"Subvenciones al puerto por encima de todo"

Sabine Klingemann de "Hamburgo por el Elba" navega desde hace hace tiempo con pasión por el río. Le enfada que "el puerto en Hamburgo esté por encima de todo y obtenga subvenciones, mientras que en otros ámbitos, como el social, se hagan recortes”.

El puerto es omnipresente. Como en ninguna otra parte del mundo, las terminales se hallan en la ciudad. Y el Elba fluye en medio: 640 millones de euros se calcula como mínimo para la profundización de un metro. Hamburgo aportará 210 millones y los contribuyentes 430 millones, calcula Klingemann. "Si se le añaden los gastos por la ampliación de la red ferroviaria, las calles para que los camiones puedan transportar los contenedores a tierra, los costos ascenderían a ocho mil millones de euros”, comenta.

Los activistas temen el aumento de inundaciones cuando el agua fluya más rápidamente. Por lo que habría que tomar más medidas para prevenirlas. La zona portuaria tendría también que ampliarse.

Gastos y más gastos 

En la actualidad, el Elba ya tiene que dragarse y liberarse de los millones cúbicos de lodo que llega flotando del mar del Norte a las zonas de agua dulce. Los gastos de "limpieza” ascendieron a 132 millones de euros en 2015. El sedimento es el hábitat de los cangrejos, gusanos, mariscos y crustáceos.

La organización WWF denomina "tala submarina” al proyecto. La orilla tendría que reforzarse, desaparecerían las marismas salobres naturales y la flora de las riberas, además de la fauna. La planta Oenanthe conioides, que en Europa solo crece en la desembocadura del Elba, estaría condenada a extinguirse.

¿Quién decide?

Horst Domnik está en contra del proyecto de ampliación del Elba. Su padre construía barcos. En los 60, la ciudad estaba repleta de marineros. Había 40.000 personas trabajando. Pero ya no es así. Domnik, quien trabajaba de capitán en el puerto, opina que las navieras extorsionan a los países y a las autoridades. Hace mucho tiempo, los propietarios de los barcos los hacían construir dependiendo de los ríos y los puertos donde querían atracar. Hoy las navieras deciden cómo se deben construir los puertos y cómo se deben ampliar los cauces”, explica.

En teoría, el puerto de Hamburgo y el de JadeWeserPort en Wilhelmshafen podrían colaborar. Sin embargo, Hamburgo es políticamente independiente y rechaza la cooperación.