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La prensa alemana: el infortunio de México y Perú

José Ospina-Valencia
19 de julio de 2019

Los diarios tematizan la cercanía de México a Estados Unidos con sus ventajas, pero sobre todo, con sus desventajas. El caso de los últimos cuatro presidentes del Perú acusados de corrupción es otro de los tópicos.

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Planta de la alemana BMW en San Luis Potosi, México.
Planta de la alemana BMW en San Luis Potosi, México.Imagen: Reuters/J. Gonzalez

Handelsblatt, de Düsseldorf:  "Un gobierno impredecible, la endeudada empresa estatal Pemex y, sobre todo, el conflicto comercial con Estados Unidos obstaculizan el desarrollo económico de México. 

La proximidad de México a Estados Unidos es bendición y maldición. Tienta a los políticos y la economía a dormirse sobre los laureles de su posición geográfica única. Eso crea dependencia. Casi el 80% de las exportaciones de México van a Estados Unidos. A la inversa, solo un 15%. "No tenemos nada con qué presionar a Washington, mientras su administración sí puede hacerlo con los aranceles con nosotros", dice Andrés Rozental, exviceministro de Relaciones Exteriores.

México tiene que liberarse de la dependencia económica de Estados Unidos. Esto es posible. Después de todo, México tiene doce acuerdos de libre comercio con 46 Estados que representan alrededor del 60% de la producción económica mundial. Ahora México puede exportar a muchos países libres de impuestos aduaneros. Esta ventaja es utilizada por los fabricantes mundiales de automóviles que se limitan a los países de la Nafta, sino que también producen para Europa en virtud del Acuerdo de Libre Comercio de la UE desde 2000. México vende también sus autos, y más baratos, a Japón, América Central y algunos países de América del Sur.

Pero muchas compañías mexicanas aún temen lanzarse a competir en el mercado global porque Estados Unidos está muy cerca y sus estándares son comunes. En Europa, los gustos, los idiomas y las normas suelen ser diferentes, en Asia ocurre lo mismo. Pero mientras México no logre dar vida a los numerosos acuerdos de libre comercio, el título de "campeón mundial del libre comercio" no es más que una frase vacía y la dependencia de Estados Unidos es un factor de riesgo importante".

Expresidentes del Perú: Alejandro Toledo, Alan García, Ollanta Humala  y Alberto Fujimori
Expresidentes del Perú: Alejandro Toledo, Alan García, Ollanta Humala y Alberto Fujimori Imagen: Getty Images/AFP/P. Ji-Hwan/C. Bournocle/T. Charlier/ J. Razuri

Toledo, ¿otro expresidente corrupto?

Süddeutsche Zeitung, con sede en Múnich: "El hijo de una familia campesina indígena había ascendido de lustrabotas hasta llegar a convertirse en jefe de Estado. Una rutilante carrera, inicialmente elogiada. Desde 2001 hasta 2006, Toledo gobernó su país, pero pronto llegaron las primeras acusaciones de soborno, y ahora las autoridades judiciales peruanas asumen que el expresidente podría haberse embolsado más de 20 millones de dólares en sobornos durante su mandato. En 2017, la casa de Toledo fue allanada. En esa ocasión negó todas las acusaciones y huyó a EE. UU. Allí fue recientemente detenido a petición de las autoridades peruanas.

El repentino arresto no sorprendió realmente a la mayoría de los peruanos. Casi todos los presidentes del Perú durante las últimas tres décadas están ahora acusados de soborno o nepotismo. Están en prisión o bajo custodia. Apenas en abril, el dos veces jefe de Estado Alan García se suicidó para escapar a su arresto.

La compañía brasileña Odebrecht ha jugado un papel central en los casos de corrupción. Este ha sido, en efecto, el mayor escándalo de sobornos en la historia de América Latina. En 2017, el expresidente peruano Ollanta Humala se entregó a la Justicia por Odebrecht. Un año después, el escándalo también derribó a su sucesor, el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski, quien fue arrestado en abril de 2019. Y poco después, su predecesor, Alan García, se suicidó de un disparo en el baño mientras la Policía esperaba afuera de su casa en Lima para arrestarlo.

Ahora, el turno le ha tocado a Alejandro Toledo que se convierte en el cuarto expresidente acusado de corrupción en el escándalo de Odebrecht. Pero Toledo niega todas las acusaciones y asegura ser víctima de una conspiración política. Sin embargo, el exdirector de Odebrecht en Perú, quien coopera hoy con las autoridades, ha declarado que, en 2005, durante su mandato, la firma brasileña en entregó a Toledo un lucrativo soborno por construir una carretera entre Perú y Brasil. Toledo habría recibido unos 20 millones de dólares por debajo de la mesa.

Aún no es claro si Toledo será entregado por Estados Unidos a las autoridades del Perú. Según el diario El Comercio, la Fiscalía de Lima exige una pena de prisión de al menos 16 años. Este sería el último capítulo en la historia del maravilloso ascenso de Alejandro Toledo y su estrepitosa caída".

(er)