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Así se seguirá viviendo con el coronavirus en Alemania

Kay-Alexander Scholz
16 de abril de 2020

Berlín y los gobiernos federales están procediendo con cautela. Muchas cosas seguirán prohibidas en Alemania, según las autoridades. Pero también hay buenas noticias.

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BG Deutschland steht still | Bahnhof München
Imagen: Imago Images/R. Peters

Las tiendas en Alemania podrán reabrir desde el próximo 20 de abril, pero solo las de hasta un tamaño de 800 metros cuadrados. Esto ayudará, sobre todo, a pequeños empresarios de tiendas o quioscos y cuya existencia económica se vio amenazada tras el cierre. Las grandes cadenas de almacenes, centros comerciales o tiendas de muebles permanecerán cerradas. Los empresarios han reaccionado de manera distinta. Desde la cancillería no se habría querido abrir aún espacios atractivos para las multitudes, algo que llevaría a tener los centros de las ciudades llenos. Finalmente, la distancia de seguridad de un metro y medio a dos metros deberá mantenerse.

Independientemente del tamaño de la tienda, las librerías, concesionarios de automóviles y tiendas de bicicletas podrán reabrir. Durante semanas, el sol ha estado brillando en Alemania con temperaturas primaverales. Los virólogos aconsejaron repetidamente que las personas deberían salir al aire libre. El ciclismo es una excelente manera para hacerlo. El hecho de que los concesionarios de automóviles ahora también estén reabriendo es, probablemente, debido a la presión de dicha industria. Debido a la crisis del diésel, las ventas ya habían caído antes de corona. Y para un país líder en esta industria esa no era una buena noticia. Incluso con la producción paralizada, los autos se podrán vender nuevamente.

La apertura de escuelas será regulada 

Los exámenes de Abitur (examen de fin de estudios alemán) previstos para estas semanas podrán realizarse. Las escuelas y universidades se reabrirán gradualmente a partir del 4 de mayo. Especialmente los grados que están a punto de graduarse retomarán sus clases. Esto también se aplica a instituciones de formación laboral. En estos, los detalles también están regulados por los gobiernos federales, que son responsables de temas educativos.

Las bibliotecas de universidades podrán reabrir sus puertas bajo ciertas condiciones. Los exámenes para sus estudiantes se realizarán nuevamente, así como la capacitación práctica, por ejemplo, en laboratorios, donde se puede proteger a los participantes.

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Las peluquerías podrán abrir de nuevo a partir del 4 de mayo. Sin embargo, deben desarrollar un concepto de higiene. Otros negocios con contacto físico, como burdeles, tiendas de masajes y salones de belleza, permanecerán cerrados. 

Permanecen abiertos: supermercados, farmacias, ferreterías, estaciones de servicio, lavanderías, bancos, oficinas de correos, quioscos de prensa. Es decir, todo lo que tenga que ver con las necesidades diarias inmediatas.

Los obreros también podrán continuar en actividad. Ellos podrán seguir trabajando en las numerosas obras de construcción del país. La industria de la construcción, como parte importante de la vida económica, no se vio afectada.

Lo que queda prohibido

Los alemanes deben seguir manteniendo su distancia unos de otros, al menos 1,50 metros. En público, solo se podrá estar solo, junto a un compañero de piso o con –una– otra persona. Aparte de las normas de higiene, esta última se sigue considerando la medida más importante para reducir el riesgo de infectar a los ciudadanos. La llamada tasa de reproducción es actualmente de alrededor de 1, lo que significa que, en promedio, una persona solo infecta a otra persona. Si esto sigue así, la crisis se considera médicamente manejable.

A diferencia de las escuelas, las guarderías permanecerán cerradas, en parte porque no se puede esperar que los niños más pequeños cumplan las normas de higiene y distancia. Sin embargo, los gobiernos federales han creado alternativas para que médicos o personal de los supermercados reciban atención de emergencia para sus hijos, por ejemplo. Ellos y otros padres deben continuar trabajando, porque sus profesiones son consideradas relevantes para el sistema.

Los bares, pubs y restaurantes aún no podrán reabrir sus locales debido al alto riesgo de infección. La canciller Angela Merkel dijo que aún no era apropiado. Sin embargo, algunos de ellos ofrecen comida para llevar. La comida puede ser recogida en la puerta del local o ser entregada a domicilio. Además, las heladerías pueden seguir abriendo, pero sólo si el helado se vende directamente en la acera.

Festivales de cerveza, de música u otros grandes eventos probablemente no se permitirán durante un período más largo de tiempo –según la situación actual, al menos hasta finales de agosto–. Especialmente tales eventos demostraron ser un verdadero punto caliente para la propagación del virus hace unas semanas. El primer ministro bávaro, Markus Söder, incluso dijo con respecto al Oktoberfest de Múnich que estaba "muy, muy escéptico" sobre si podría tener lugar este año.

Solidaridad en la pandemia

Cultura, deporte, religión y viajes

La escena cultural también permanece en espera: teatros, museos, galerías y salas de conciertos permanecen cerrados. El público, apiñadas en filas de sillas, no encaja en estos tiempos. La cultura popular también seguirá afectada: las noches de discoteca seguirán prohibidas.

Los partidos de fútbol en los estadios seguirán prohibidos. Los gimnasios y clubes deportivos permanecerán cerrados. 

Las reuniones religiosas en iglesias, mezquitas, sinagogas y todas las ceremonias religiosas seguirán estando prohibidas. Sin embargo, se iniciarán conversaciones sobre cómo podrían continuar las cosas. La Iglesia Católica reaccionó con críticas, que esperaban que se aflojaran.

Los viajes privados dentro del país, incluso a los familiares, siguen estando sujetos a restricciones. Las visitas urgentes, por ejemplo, todavía están permitidas en muchos lugares. Los respectivos estados federales decidirán las excepciones. 

Debido a esto, los hoteles y pensiones no tienen casi público que atender. Los turistas del extranjero también han desaparecido. Solo las personas que viajan diariamente al trabajo o hacen otros viajes de negocios pueden entrar al país y alojarse en hoteles. Sin embargo, deben mantener una cuarentena de dos semanas después de cruzar la frontera. Los operadores insisten en una rápida relajación, las consecuencias económicas son devastadoras.

Esto podría cambiar a más tardar el 30 de abril. Ese día, la canciller y los gobiernos federales discutirán los próximos pasos. (ct/few)

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