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Latinos y afroamericanos, contra el racismo en EE. UU.

Rosa Muñoz Lima
3 de junio de 2020

¿Cómo reaccionan los latinos a las protestas contra la violencia policial y el racismo sistémico en Estados Unidos? ¿Hay respuestas y alianzas organizadas visibles?

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Imagen: picture-alliance/abaca/Miami Herald/TNS/C. Juste

A primera vista, en redes sociales, parecen abundar los latinos que comenzaron a hablar de la muerte violenta de George Floyd a manos de la policía estadounidense cuando las protestas que exigen justicia se vieron acompañadas por estallidos violentos y saqueos.

Hasta entonces, muchos de los que luego condenaron la violencia en parte de las protestas no habían condenado antes la violencia policial registrada y viralizada en video. No se habían escandalizado viendo a un hombre negro agonizar y morir en el suelo, con la rodilla de un oficial de policía blanco afincada sobre su cuello. Sus perfiles en redes lo demuestran.

"¿Por qué no te regresas?"

"Este caso no solo ha puesto en evidencia la relación del cubano con la raza, sino también con el poder y la protesta", escribe por ejemplo la curadora y crítica de arte Janet Batet, radicada en Miami, en la revista Hypermedia Magazine. "Si tanto te molesta este país por qué no te regresas", le han preguntado por estos días en Facebook, en respuesta a su apoyo a las protestas contra la discriminación sistémica y a sus críticas a las reacciones racistas de sus compatriotas.

"La mayoría de los cubanos exiliados tienen un compromiso admirable con la libertad y la democracia en Cuba. El cubano típico salta eufórico en las redes para condenar la injusticia en Cuba, pero que a nadie se le ocurra hablar mal de los Estados Unidos porque, bueno, este es el mejor de los mundos posibles. Y tal parece que en algún que otro certificado de naturalización había una cláusula de aceptación ciega de las políticas del país de acogida. Juro que he leído el mío, y no la hay", resume con amarga ironía.

"Marcharé hasta que no pueda sostenerme"

Pero Batet no es la única cubana o latina que se solidariza con las protestas. Ni los cubanos a los que critica son los únicos latinos que no. 

En redes sociales se viralizó un video con la reacción de Art Acevedo, el primer hispano jefe del Departamento de Policía de Houston (HPD). "Esta es una ciudad donde se unen negros, blancos y mestizos, legales e ilegales, porque nos juzgamos por lo que hay en nuestros corazones. Así que estoy enojado", aseguró con voz entrecortada a los manifestantes. Nacido en Cuba y emigrado a EE. UU, en 1968, con 4 años de edad, Acevedo creció en California, es licenciado en Administración Pública y dirigió antes el Departamento de Policía de Austin.

"Marcharemos como departamento con todos en esta comunidad. Marcharé hasta que no pueda sostenerme", prometió. Antes, colocó el rostro de George Floyd como imagen de perfil en Twitter y pidió: "Si amas a tu prójimo y tienes el corazón en el sitio correcto, honra la memoria de George Floyd y defiende la justicia."

"Solidaridad contundente"

"La respuesta de la comunidad latina y las organizaciones representativas respectivas ha sido muy rápida y precisa para condenar este acto horrífico", dice a DW Rolf Niederstrasser-Hernández, analista político cubano-alemán y estadounidense.

"Muchos han organizado eventos online, se han lanzado a las calles solidarizándose con la comunidad afroamericana y pronunciando, muy claro, que se tienen que tomar pasos drásticos en las instituciones del país para transformar la sociedad norteamericana y hacerla más justa", asegura. Y menciona a organizaciones como la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC),  UnidosUS y LatinoJustice.

Juan Cartagena, presidente y consejero general de LatinoJustice, de origen puertoriqueño.
Juan Cartagena, presidente y consejero general de LatinoJustice, de origen puertoriqueño.Imagen: Maria Karas

"Hay llamados a la solidaridad con el movimiento Black Lives Matter entre los líderes de la comunidad latina en el país, empezando con LatinoJustice. Hay también llamados a la reforma policíaca. Y ha habido manifestantes de la comunidad latina en cada protesta que se ha organizado hasta ahora", confirma a DW Juan Cartagena, presidente y consejero general de LatinoJustice, que defiende derechos civiles, y promueve líderes y participación cívica latina en EE. UU.

"Se estima que sólo en el 2015, 195 latinos fueron asesinados por la policía -un número que subestima la cantidad total por el simple hecho de que los datos disponibles sobre los latinos no son completamente confiables. Entre el 2007 y el 2014, la mitad de las personas que murieron en encuentros con policías en el condado de Los Ángeles eran latinos", refiere Cartagena.

"Los nombres de víctimas de uso de fuerza mortal, como Francisco Serna en California, Anthony Báez en Nueva York, Antonio Zambrano-Montes en Washington, Jessica Hernández en Colorado, y tantos otros, encontraron eco en los medios de comunicación, pero no entre la población general. Por esa razón, la solidaridad de la comunidad latina con la afroamericana es tan contundente en este tema", explica y sentencia: "Eliminar el racismo que existe entre las tropas de la policía, al igual que en el sistema criminal en su totalidad, es una meta que une a ambas comunidades."

Comunidad diversa, reacciones diversas


No obstante, la comunidad latina, que en Estados Unidos se identifica muchas veces como hispana, se aproxima a los 60 millones de habitantes. "Si lo vemos en términos de población en el continente americano, solo Brasil y México son más poblados", advierte Niederstrasser. Así que "es importante reconocer que esta población es muy diversa, y está dividida a lo largo de líneas de partido, raza, ingresos y, en muchos casos, país de origen y orientación sexual", precisa.

Rolf Niederstrasse-Hernández, analista político cubano-alemán y estadounidense.
Rolf Niederstrasse-Hernández, analista político cubano-alemán y estadounidense.Imagen: Privat

"Existe una reacción común en contra del abuso policíaco entre todas las nacionalidades de Latinoamérica y el Caribe. Este fervor quizás podría ser menor en la generación más anciana y en los segmentos de la población que favorecen al partido republicano, pero esas variables hasta cierto punto se encuentran en todas las comunidades", indica, por su parte, el presidente de LatinoJustice.

"A estas alturas, las protestas se han convertido en un movimiento masivo, una rebelión antisistémica, que ha arrastrado a gente de todos los sectores de las clases menos favorecidas de la sociedad", opina Odette Casamayor-Cisneros, profesora de Literaturas y Culturas Latinoamericanas y Caribeñas en la Universidad de Pensilvania.

Sin embargo, matiza Casamayor, sobre las posturas racistas o antirracistas de los latinos, aún siguen pesando 400 años de esclavización de las poblaciones negras en las Américas. Esta historia y la supuesta "democracia racial" a la que se atribuye el mestizaje latinoamericano -contraponiéndolo a la estricta segregación racial norteamericana- se traduce a veces en notables esfuerzos de latinos y afrolatinos por "diferenciarse de los afroamericanos", explica. Como parte de esas tensiones, no faltan los latinos que desprecian a los afroamericanos como "delincuentes" o los afroamericanos que devuelven la moneda gritándole "emigrante" al jefe de Policía de Houston, Acevedo.

Odette Casamayor-Cisneros, profesora de Literaturas y Culturas Latinoamericanas y Caribeñas en la Universidad de Pensilvania.
Odette Casamayor-Cisneros, profesora de Literaturas y Culturas Latinoamericanas y Caribeñas en la Universidad de Pensilvania.Imagen: Privat

Alianzas históricas

Con todo, las alianzas entre latinos y afroamericanos contra el abuso policíaco tienen décadas de historia en ciudades como Nueva York, Los Ángeles, Chicago, Newark o Filadelfia, insiste Cartagena. "En Nueva York, el éxito de la gestión por eliminar el abuso de la práctica de stop-and-frisk [detenciones temporales bajo supuestas sospechas razonables] se debe a esa alianza, que también incorporó a otras razas y etnias", ilustra.

"En Los Ángeles, recientemente, se lograron cancelar los planes para construir una cárcel enorme y se pudo dirigir los fondos hacia el tratamiento de salud mental y personas desamparadas. En Newark, se logró eliminar el uso de los fondos para delitos menores por medio de estas alianzas. Y en Filadelfia, se logró elegir a un fiscal que ha implementado varios cambios importantes para disminuir arrestos y cargos formales. Todo esto se debe a una alianza entre votantes", remarca el presidente y consejero de LatinoJustice.

Y estos ejemplos recientes, a su vez, derivan de alianzas formadas desde los años sesenta, recuerda el activista, de origen puertorriqueño. "Los Black Panthers trabajaban junto a los Young Lords, al igual que con los Brown Berets. El movimiento de los derechos civiles se unió al movimiento laboral de trabajadores agrícolas dirigido por César Chávez y Dolores Huerta", rememora.

"La batalla en las cortes para eliminar la segregación racial en las escuelas públicas reunió a mexicanos y puertorriqueños de California con los abogados del fondo legal NAACP, ya que a los latinos, al igual que a los afroamericanos se les había prohibido asistir a las mismas escuelas a las que asistían los niños blancos", insiste. Así que, concluye Cartagena, "los enlaces entre nuestras comunidades tienen raíces profundas y siguen vigentes".

(vt)

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