Los cosmonautas "volvieron" a la Tierra
4 de noviembre de 2011
Volaron a Marte sin dejar la Tierra. El experimento de aislamiento más largo en la historia espacial, el Mars500, concluyó en Moscú con la salida de tres rusos, un francés, un italiano y un chino del simulador de la nave espacial donde estuvieron encerrados durante 520 días. Los empleados del Instituto para Problemas Biomédicos abrieron la escotilla del módulo de pruebas con forma de nave.
Su llegada al planeta que nunca abandonaron parecía real. Los seis astronautas voluntarios salieron pálidos pero contentos de la nave espacial ubicada en el estacionamiento del Centro de Investigaciones de Moscú. Sus familias, amigos y los científicos que acompañaron el experimento los esperaban con emoción. Cada cosmonauta fue recibido con una rosa roja.
Sueños de la humanidad
El primero en tomar la palabra fue el astronauta francés, Romain Charles. “Estamos orgullosos de haber podido comprobar que el ser humano puede volar a Marte”. Su colega italiano, Diego Urbina, manifestó su orgullo por haber participado en tan importante proyecto. “Ojalá pueda ayudar algún día a realizar nuevos sueños de la humanidad”, dijo.
Observados durante 24 horas por cámaras, los seis tripulantes estuvieron encerrados en un contenedor sin luz diurna, sin ventanas y sin aire fresco. Aislados totalmente del mundo exterior. Durante casi año y medio realizaron experimentos para constatar lo que pasaría a una tripulación bajo las condiciones reales de un viaje hacia el planeta rojo.
Uno de los puntos culminantes del experimento tuvo lugar en febrero pasado y fue el aterrizaje virtual en el planeta vecino. En realidad pisaron sólo arena sobre suelo ruso. No obstante tres astronautas inspeccionaron la superficie vestidos con traje espacial.
Paraíso de investigadores
Los científicos se mostraron satisfechos con los resultados del experimento que muestra que una tripulación real es capaz de soportar el aislamiento que supone un viaje a Marte. “Estoy seguro de que es un paso pequeño pero importante en el camino hacia ese planeta”, señaló Peter Graf, representante del Centro Aeroespacial Alemán DLR, a la agencia Dpa. Otros expertos alemanes se mostraron entusiasmados calificando la situación de encierro como un paraíso para los investigadores.
Se tomaron muestras de orina y de saliva a los participantes para analizar los efectos del estrés en sus sistemas inmunológicos. La alemana DLR y la Agencia Espacial Europea (AEE) aportaron unos 2,8 millones de dólares al proyecto que costó un total de 14 millones. A cada uno de los participantes que viajó desde la Plaza Roja de Moscú, se le pagó unos 112.000 dólares. Su estancia virtual en el espacio fue cinco veces más prolongada que el primer experimento a Marte de larga duración, en el que el alemán Oliver Knickel pasó 105 días aislado en una habitación moscovita.
Autora: Eva Usi
Editor: Pablo Kummetz