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Lula en Brasil, trascendental para Europa y para CELAC

Mirra Banchón
3 de noviembre de 2022

Con Lula, Brasil volverá a la CELAC, se retomará el diálogo de la UE con toda América Latina y el Caribe. El cambio de gobierno es clave para Bruselas. DW conversó al respecto con Javi López, copresidente de EuroLat.

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Haciendo un gesto de victoria, Lula da Silva, presidente electo de Brasil, Sao Paulo, octubre 31 de 2022
Lula da Silva, presidente electo de Brasil, Sao Paulo, octubre 31 de 2022Imagen: Carla Carniel/REUTERS

Con vistas a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de Europa y América Latina, prevista para julio de 2023, "la victoria de Lula es una buena noticia, pues que Brasil esté o no en la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) es fundamental para su éxito”, dice a DW Javi López, copresidente de la Asamblea EuroLat

En la hoja de ruta que llevaría a esa cumbre en 2023 -que incluye planes de cooperación que van desde la lucha contra el crimen transnacional, una alianza digital o la integración de cadenas productivas y mercados alimentarios- había una gran interrogante: qué pasaría en las elecciones brasileñas. "Y no es que en nuestras relaciones con América Latina y el Caribe no se incluyan otros órganos regionales, pero contar con un foro inclusivo en el que todo el mundo esté, es muy importante”, añade.

"Su tamaño y su importancia en la región hace que no se pueda hacer nada verdaderamente de fondo sin Brasil”, subraya Javi López, eurodiputado por España que integra también la comisión de Asuntos Exteriores de la Eurocámara.

Alejándose del aislamiento

Cabe recordar que, en enero de 2020, el gobierno del saliente presidente del Brasil, Jair Bolsonaro, anunció su retirada de este foro que reúne a todos los países de América Latina y el Caribe. Del continente americano estuvieron excluidos, en su creación en 2010, solamente Estados Unidos y Canadá. También de UNASUR -creado en 2008-, el gobiernoBolsonaro retiró a su país. Lula Da Silva, en cuyos dos mandatos anteriores Brasil integró ambos bloques, ha anunciado que volverá a promover la integración regional.

"Existe ahora la gran ventana de oportunidad de dar pasos hacia una integración que debería ser no ideológica”, apunta Javi López, recordando los fracasos de anteriores procesos de integración en Latinoamérica. A la nueva conjunción de gobiernos progresistas, cada uno su dinámica propia y diferente, "Lula aporta el enorme tamaño de su país, mucha experiencia de gobierno y credibilidad internacional. Y tiene una gran responsabilidad”, agrega.

Un interlocutor mejor dispuesto

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció alegrarse de colaborar con Lula Da Silva "para atacar urgentes problemas globales, desde la seguridad alimentaria hasta el comercio y el cambio climático”. Y el Alto Representante de la Política Exterior y de Seguridad, Josep Borrell, recordó que la alianza estratégica que existe entre el bloque y el gigante sudamericano está basada en valores compartidos, el respeto a la democracia, a los derechos humanos y el Estado de derecho. 

La deforestación de la Amazonía, el ataque a las instituciones, el discurso centrado en la discriminación y el odio dejaban claro, al otro lado del Atlántico, que "estábamos frente a unas elecciones en las que se ponía en duda la democracia, ante un presidente y candidato que caminaba en dirección opuesta a la historia”, añade.

El momento del acuerdo

El momento en que se dan estas elecciones en crucial: desde la UE se busca un acercamiento a una región que ha estado muchos años fuera de la agenda comunitaria. Los cambios en el orden mundial, la guerra de Rusia contra Ucrania, los efectos de la pandemia y el calentamiento global son desafíos para los que Europa ahora necesita socios nuevos y más fiables. Para ello, concluir el acuerdo de asociación con los países que integran el Mercosur -siendo Brasil la octava potencia mundial y el quinto en superficie y población- es una prioridad. 

Lula da Silva, en una conferencia en el Parlamento Europeo, antes de anunciar su candidatura a las elecciones de 2022, Bruselas, noviembre de 2021.
Lula da Silva, en una conferencia en el Parlamento Europeo, antes de anunciar su candidatura a las elecciones de 2022, Bruselas, noviembre de 2021.Imagen: Ricardo Stuckert/Instituto Lula

"El acuerdo negociado en principio en 2019 ha generado dudas a ambos lados del Atlántico. En Europa, algunos países utilizaron el argumento de la deforestación de la Amazonía, escondiendo una cierta pulsión proteccionista. Al otro lado, en Argentina y Brasil, existe preocupación por retener industria y que el libre comercio no los empuje a un modelo económico en que solo sean suministradores de materias primas. Cuestiones razonables que vamos a tener que gestionar”, afirma Javi López. "El capital político y la credibilidad a ambos lados del Atlántico que se requiere para poder impulsarlo… eso solo lo tiene Lula”, agrega.

¿Veinte años después?

Como fuere, la resurrección política de Lula Da Silva se da en un Brasil y en un mundo que no es el de hace 20 años. "No va a tener algunas de las cartas que tenía Brasil y estará frente a un país profundamente dividido y más debilitado”, afirma López.

En esta situación, "la UE va a estar muy atenta y va a hacer esfuerzos por acercarse a Brasil, uno de los pocos verdaderos big players”, resalta.

"Su victoria es muy importante para el país, pero es muy importante para las democracias de Occidente, muy importante para el medio ambiente, la salud del planeta”, agrega. Y con la vista puesta en los acuerdos entre ambos bloques y la Cumbre en el 2023, "también para la integración regional”, concluye Javi López.