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Medidas para detener la oleada migratoria

Nemanja Rujević (DZC)2 de agosto de 2015

Alemania recibe miles de solicitudes de asilo de los Balcanes y casi todas son rechazadas. Para países en conflicto la disposición es otra, explica Manfred Schmidt, de la Oficina Federal de Migración.

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Imagen: picture-alliance/dpa/W. Kastl

DW. Señor Schmidt, el número de personas procedentes de los Balcanes que solicita asilo es constante hace dos años y en febrero y marzo los solicitantes de Kosovo han disminuido. ¿Debemos agradecer a la falta de noticias en verano el que los refugiados de los Balcanes hayan vuelto a los titulares?

Manfred Schmidt: Los solicitantes de asilo de los Balcanes no llegan a los titulares por la falta de noticias, sino porque los números globales son un desafío para nuestra administración. En lo que va de 2015 hemos recibido solicitudes de más de 28.000 albaneses. Se trata de un incremento que no pudimos prever y que nos sorprende tanto de Albania como de Kosovo.

¿Quiere decir que países como Albania, Kosovo y Montenegro deberían ser considerados “países de origen seguros”?

También tenemos un incremento en países que son considerados seguros, como Serbia, Macedonia y Bosnia. Solo el 0,1 o el 02, por ciento de las solicitudes de esos países son aceptadas, es decir tienen posibilidades casi nulas de recibir asilo en Alemania. Esto significa que estos países, que también son candidatos a ingresar a la Unión Europea, son considerados seguros. Y lo mismo para Kosovo y Albania: también en estos casos nuestras cuotas de asilo son prácticamente cero. Si por ahora tenemos casi 30.000 albaneses pidiendo asilo y nosotros, con la confirmación de una decisión de la corte, mantenemos la tasa de un 0,1 por ciento de aceptación, entonces desde nuestra perspectiva Albania es un país seguro.

Cifras actuales muestran que no son pocos los solicitantes que vienen de Serbia, Macedonia y Bosnia, aunque sean países de origen seguros.

El reconocimiento como “país de origen seguro” es obviamente una señal en la región, pero hay que tomar otras medidas. Debemos acortar los tiempos de procesamiento de la información y no debe valer la pena quedarse por un período largo de tiempo en Alemania. A partir de agosto, cuando entren en vigor las nuevas disposiciones sobre derecho de permanencia, se prohibirá el ingreso y residencia dentro del espacio Schengen a las personas que presenten solicitudes infundadas. Eso afectará especialmente a los solicitantes de los Balcanes. Esa, más otras medidas, darán resultados.

La palabra “refugiados económicos” ha sonado bastante últimamente. ¿Cree usted que la gente viene a Alemania para recibir 143 euros al mes?

En muchos casos eso es lo que se presenta en las audiencias. Nosotros escuchamos las historias de los solicitantes o la situación de sus países de origen y evaluamos. En el 99 por ciento de los casos se nos dice “hemos venido acá a buscar trabajo, para que nuestros hijos reciban educación, para aprovechar el sistema de salud”. Y también que estas personas quieren quedarse seis meses en Alemania para obtener los medios necesarios para vivir los próximos nueve o doce meses en sus países de origen.

Usted dice que la tasa de aceptación de solicitantes de Macedonia y Serbia es de uno entre mil. ¿Qué tienen a su favor esos pocos que reciben asilo en Alemania?

Tenemos distintas formas de asilo. Está la condición de refugiado y la protección subsidiaria, por ejemplo, cuando el solicitante se enfrenta a la pena de muerte en su país. Y hay otras formas: si una persona tiene una enfermedad grave que en su país no puede se tratada, obviamente no los enviaremos de vuelta. Esas son las razones por las que ese 0,1 por ciento sí recibe el beneficio. Todas las otras solicitudes no cumplen las normas de la Convención de Ginebra, que regula quién es refugiado. Hay personas que vienen y nos dicen “dejen quedarme cuatro semanas, quien comprarme un auto nuevo y necesito efectivo para eso”. Cuando escuchas eso, es obvio que no tiene nada que ver con el asilo ni la protección de los refugiados.

En países como Francia o Suiza, un tercio de los solicitantes de asilo de Serbia obtiene protección. O en Finlandia, la mitad de los kosovares. ¿Acaso es muy restrictiva la ley en Alemania?

Tenemos grupos de inmigrantes muy distintos dependiendo del país. Si en Francia reciben una mayor cantidad de menores de edad sin acompañante, la tasa de protección será mayor. El 85 por ciento de todas las solicitudes de asilo que vienen de los Balcanes se hacen en Alemania. Le hemos preguntado a la Agencia Europea para los Refugiados en Malta qué explica esto. Los colegas han analizado todo el continente y han encontrado que una razón es la demora que toma el procedimiento de aprobar o rechazar la solicitud, algo que acortaremos rigurosamente, y también la transferencia de dinero.

¿Qué opina usted de la idea de reintroducir la obligación de visado, lo que afectaría a todas las personas de los Balcanes?

Creo que es el último recurso. También tenemos una inmigración de los Balcanes que beneficia a nuestro mercado laboral. Actualmente tenemos en Alemania unas 700.000 personas de Serbia, Bosnia, Montenegro, Albania y Kosovo con permiso de residencia en la Unión Europea o en Alemania, que viven y trabajan legalmente. El retorno del visado afectaría también a esas personas. Para ellos sería muy injusto.

¿Está Alemania preparada para recibir a más asilados de regiones en crisis?

Estamos bien preparados y seguiremos mejorando para los refugiados de regiones en crisis del mundo, como del norte de Irak, Siria, Líbano, que están en una situación distinta a las personas de Kosovo o Albania. Para las personas que vienen de países en situación de guerra civil, como Irak, tenemos una tasa de aceptación de casi el 100 por ciento.

Dr. Manfred Schmidt, 1959, es desde el 1 de diciembre de 2010 director de la Oficina Federal de Migración y Refugiados.

Manfred Schmidt.
Manfred Schmidt.Imagen: Geiger