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Medios sociales: ¿dónde queda la protección de datos?

18 de agosto de 2010

El crecimiento de los usuarios de redes sociales como Facebook y Twitter es enorme. Y muchos de sus usuarios exponen sus datos personales en la esfera pública, lo que podría generarles consecuencias de gran alcance.

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Los datos privados en Facebook son mucho más públicos de lo que los usuarios se imaginan.Imagen: picture alliance/dpa

Alrededor de una quinta parte de los usuarios de Facebook, la red social más popular del mundo con más de 500 millones de miembros, expone su información personal en la esfera pública de forma imprudente, y quizá sin saberlo. Para demostrarlo, el hacker estadounidense Ron Bowes, elaboró una lista de los usuarios de Facebook cuyos perfiles era públicos y que se podían encontrar en las páginas de búsqueda como Google. De esta forma, Bowes recogió los datos de 100 millones de personas con perfiles en esta red social y puso esta lista para descargar gratis en la web.

Aquí se trata sólo de los usuarios de Facebook que quieren ser encontrados a propósito, cuyo nombre y foto de perfil son accesibles para cualquier persona. Aunque las informaciones de la lista de Bowes se encontraban de todas maneras en Internet, este caso demuestra que muchos usuarios de estas redes sociales se despreocupan de la difusión de sus datos en la web. ¿Estarán mal informados al respecto o no les interesa?

"Ellos saben lo que hacen"

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Facebook es la red social con más usuarios a nivel mundial: más de 500 millones.Imagen: picture-alliance/dpa

"Los usuarios saben lo que hacen, y también son conscientes de que ignoran los derechos de publicación, porque todo lo que ponen en la red en principio ya no se puede borrar", dice Klemens Skibicki, profesor del Instituto Alemán de Comunicación y Derecho. Aquí se refiere a los "nativos digitales", jóvenes menores de 30 años que crecieron en la era digital, y que desde el comienzo han sido más abiertos con respecto al manejo de datos. La socialización mediática de esta generación fue marcada por reality shows como Gran Hermano, American Idol o programas de entrevistas de los años 90, es decir, por formatos mediáticos en los que los detalles privados e íntimos son el centro de atención. Lo importante es que las personas sean reconocidas públicamente.

Por ello, los "nativos digitales" definen lo público y lo privado de una forma más laxa que la generación anterior. Los así llamados "inmigrantes digitales" son desde el comienzo más escépticos. Como no crecieron con los medios sociales, observan en silencio y prefieren ser más pasivos y no publicar mucho de sí mismos. Los "inmigrantes" acceden a las redes sociales sobre todo para enterarse de la vida de sus hijos y nietos, los "nativos". Esto es lo que los mueve a participar. Y en épocas de una movilidad creciente ésta puede ser una gran ventaja.

"Facebook tiene sus datos"

Aunque los medios sociales pueden facilitar la comunicación y la participación, también acarrean riesgos. Los usuarios olvidan en ocasiones que sus informaciones privadas no son privadas en la red. Esto se debe a que no se comprende fácilmente cómo se entrega información por este medio. Tampoco se pueden conocer las configuraciones de seguridad y privacidad de todos los amigos en la web social.

Si los usuarios hacen uso de otras aplicaciones de Facebook, otros datos, también de sus amigos, serán suministrados gratuitamente. Pero si el usuario niega la entrega de esta información, entonces no podrá hacer uso de la aplicación, y por ende se debatirá entre obtener la nueva función o negar el suministro de datos. "De esta manera, Facebook lo invita siempre a facilitar datos de sus amigos, aunque en la realidad uno no sepa si ellos aprueban esto. Así, Facebook tiene nuestros datos", dice Jo Bager, experto en información y tecnología del magazín alemán sobre computadores c't.

Configuración de privacidad, demasiado complicada

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La protección de datos en redes sociales depende de los mismos usuarios.Imagen: AP

Quien abre una cuenta de usuario en los medios sociales debe preguntarse quién tendrá acceso a su información, así como cuáles datos desea sean públicos en su perfil. Ahí entra en juego la configuración de privacidad, que es compleja y difícil de entender. Ése es precisamente el argumento de los críticos como Jo Bager, que dicen que Facebook estructura de forma innecesaria y complicada la configuración de privacidad, y que además la cambia periódicamente, para así hacerla todavía menos entendible.

Es por esto que expertos demandan que las configuraciones estándar de las compañías de redes sociales sean más comprensibles para sus usuarios. Por el momento, después de haber creado un perfil, los datos son públicos mientras el usuario no lo configure de manera distinta. Lo que implica un peligro, siempre y cuando se divulguen más datos de los que el usuario quiere. Sería mejor para el usuario que existiera una preconfiguración, con la cual puede reservarse la divulgación de datos de acuerdo con sus necesidades.

Frontera entre público y privado

Los medios sociales son todavía un fenómeno. La sociedad digital tendrá entonces que aprender inevitablemente a manejar la publicación de sus datos privados en Internet, para así desarrollar también un mejor sentido de qué es público y qué privado, es decir adquirir una habilidad en este medio. "No tenemos una solución única a este problema, por lo que es tarea de investigadores, políticos, padres y sobre todo de los "nativos digitales" de crear nuevos conceptos alrededor de este tema", dice Skibicki.

La demanda de conceptos sobre la protección de datos también es diferente ahora. El desafío actual se refiere a que las personas se protejan de sí mismas, y ya no sólo de la invasión de extraños. Pero mientras no se desarrollen estos conceptos, cada usuario deberá delimitar su propia frontera entre lo público y lo privado.

Autora: Franziska Schmidt / Cristina Mendoza Weber

Editor: Pablo Kummetz