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Estados endeudados

12 de agosto de 2011

Las deudas estatales crecen cada vez más en todo el mundo. Pero a diferencia de otros años, esta vez los mercados financieros tienen miedo. Esto es un problema, sobre todo para los Estados endeudados.

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ARCHIV - Das von der Deutschen Bundesbank in Frankfurt aufgenommene Foto zeigt Euro-Scheine in bar (undatiertes Handout). Im Berliner Kanzleramt kommt am Sonntag (06.06.2010) die Bundesregierung zu einer zweitägigen Sparklausur zusammen. Bei dem Treffen sollen die Weichen für eine Konsolidierung des beispiellos verschuldeten Staatshaushalts gestellt werden. Um die gesetzlich festgelegte Schuldenbremse einzuhalten, sind für die kommenden Jahre Einsparungen von jeweils zehn Milliarden Euro nötig. Foto: Bundesbank dpa +++(c) dpa - Bildfunk+++
Montañas de deudas aquejan a varios Estados del mundo.Imagen: picture-alliance/dpa
Los agentes de las bolsas habían observado por mucho tiempo cómo se acumulaban las deudas. Según cálculos del Fondo Monetario Internacional (FMI), en comparación con 1990, las deudas se cuadruplicaron. Se trata de 95.000.000 millones de dólares. En 1940, Estados Unidos estaba endeudada en los mercados financieros con 49.000 millones de dólares. Entre tanto, la suma ha aumentado a 14.300.000 millones de dólares. Y con la deuda adquirida a comienzos de agosto de 2011, a esa cifra se le suman otros 2.100.000 millones de dólares.
Alemania también elevó apliamente el monto de su deuda en las últimas décadas. Después de la Segunda Guerra Mundial la deuda ascendía al 15 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Ahora se trata del 80 por ciento del PIB.
Indicador relevante

FILE - In this June 23, 2009 file picture containers are shipped in the harbour of Hamburg, Germany. Exports jumped 14.5 percent last year - the biggest rise recorded since 1950 - as economies rebounded from the global downturn, the World Trade Organization said Thursday April 7, 2011. Cross-border trade is expected to recover further in 2011, the WTO said in its annual report. Based on a 3.1 percent rise in gross domestic product worldwide, the Geneva-based body predicts exports will grow another 6.5 percent this year, slightly above the 6 percent yearly average between 1990 and 2008. (AP Photo/Axel Heimken,File)
Mientras el desemepño económico sea positivo, no hay a qué temer.Imagen: AP
Esta relación con el desempeño económico de un país es el indicador aplicado por los mercados financieros. Mientras la productividad de un país crezca con las deudas adquiridas, no debe haber temores de que no se saldarán las deudas. Pero exactamente ése es el temor actual de los mercados financieros. Por primera vez en la historia, los mercados financieros le mostraron la tarjeta amarilla y roja no sólo a algunos países emergentes, sino también a grandes países industrializados. ”Con ello simbolizan que los desequilibrios son demasaido grandes”, dice Ulrich Kater, economista jefe del Deka Bank.
Políticos en busca de electores

Todo apunta a que los Estados vivieron por encima de sus posibilidades. Esto afecta menos a Alemania, pero más a Estados Unidos, España y el Reino Unido. La actual montaña de deudas se debe por una parte a la crisis financiera y económica, durante la cual los Estados elevaron masivamente su deuda, para así evitar peores consecuencias. Pero también a las promesas de los políticos para ganar más electores. Ahora los ciudadanos desconfían de la estabilidad financiera, así como de que los Estados puedan pagar sus deudas.
Balance entre crecimiento y ahorro

"Si los Estados vuelven ahora a la ‘senda de la virtud’, volvería a mediano plazo la confianza entre los ciudadanos y en la economía. Así se obtendría una compensación en pro de la economía”, dice Stefan Schneider, economista del Deutsche Bank.
Deutschland Dr. Ulrich Kater Chefvolkswirt der DekaBank. Quelle: DekaBank
Dr. Ulrich Kater, economista del DekaBankImagen: DekaBank
Es decir, que los Estados deben llevar a cabo un acto de equilibro, opina Ulrich Kater del Deka Bank. No pueden exigirle demasiado a la economía si ahorran fuertemente. Por otro lado, ahorrar es imprescindible. A los Estados les queda como única opción ganar confianza, en la medida en que indiquen a los mercados financieros honestamente las acciones a seguir en el futuro para bajar el nivel de la deuda en relación con el desempeño económico. Esta tarea tardaría décadas en llevarse a cabo.
¿Qué se puede permitir todavía el Estado?

No se trata de una reducción total de la deuda. Lo que se requiere es encontrar una medida razonable entre la deuda pública y el poder económico. No sin razón se fijó en el Tratado de Maastricht esta proporción en un 60 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). De acuerdo con los economistas, si un Estado llega al 100 por ciento del PIB bien pueden ser los intereses demasiado altos o frenar la economía. Tanto Schneider como Kater concuerdan en que la máxima prioridad debe ser la reducción de la deuda.
En ese sentido, la política financiera debería re-orientarse y decidir qué puede financiar todavía el Estado. Para ello sería necesario un trabajo conceptual a largo plazo. A esto se suma un factor agravante: la población en los países industrializados desciende. Por ende, la recaudación de impuestos es también menor. De nada sirve que se postergue la reducción de la deuda, como evidenció la crisis de endeudamiento europea. Al contrario, “el problema será cada vez más grave”, dice Kater.
A las economías a nivel mundial les esperan tiempos difíciles. Como un drogadicto, los Estados deben pasar por una fase difícil en la que se deshacen de la adicción a endeudarse. Los mercados financieros lo exigen con vehemencia.
Autora: Brigitte Scholtes / Cristina Mendoza Weber
Editor: Pablo Kummetz