Merkel se estrella contra General Motors

El País, de Madrid: "La sorprendente decisión de General Motors (GM) de suspender la venta de su filial europea Opel al grupo Magna coloca en posición muy desairada al Gobierno alemán, empeñado en favorecer a Magna después de haber llegado previsiblemente a un acuerdo estratégico beneficioso para las plantas de Opel en Alemania, y al supuesto comprador. Magna se ha embarcado en largas y complejas negociaciones con sindicatos y Gobiernos europeos para garantizarse las ayudas públicas que conviertan en viable la compra de Opel y al final corre el riesgo de quedarse compuesto y sin novia. GM se mantiene en pie gracias a las ayudas públicas de la Administración de Obama, pero, de repente, ha recuperado ánimos empresariales y ahora, como un Lázaro vuelto de la tumba de la bancarrota, declara que Opel es vital para su negocio. Un cambio de opinión tan radical y costoso en términos políticos y empresariales exige una explicación convincente. GM argumenta el viraje en que la crisis del automóvil va a durar menos de lo previsto. Las ventas y las cuentas de resultados pueden volver a crecer en 2010. Pero no hay que desechar otros motivos menos coyunturales. Magna y su socio, el banco ruso Sberbank, no tienen las simpatías del Consejo de Administración de GM; y tampoco del Gobierno estadounidense, que nunca ha ocultado su desasosiego por entregar tecnología -comercial, pero tecnología- a Moscú para fabricar coches pequeños."

"La estrellada de Merkel"

Der Standard, de Viena: "Las plazas de trabajo de Opel que Merkel prometió salvar durante su campaña política están más que nunca en peligro. Aunque General Motors se ha comportado como un elefante en una tienda de porcelanas, lo cierto es que el consorcio ha tenido razones para su decisión: Opel se puede convertir para el grupo GM en una joya, gracias a su competitividad en la producción de autos pequeños y el sector tecnológico. Pero también el temor del fortalecimiento del sector automotriz ruso con tecnología estadounidense juega un papel importante en la decisión de GM. Además están las perspectivas de una recuperación del mayor constructor de autos del mundo después de la bancarrota."

¿Por meras razones económicas?

Rzeczpospolita, de Varsovia: "No es claro si los alemanes le van a garantizar más financiamiento a GM. Desde la perspectiva de la lógica de los negocios todo estaría ahora en el mejor orden, ya que la decisión de GM se debió a razones económicas y no políticas."

GM siempre utilizará la amenaza como arma

Süddeutsche Zeitung, de Múnich: "Se puede presumir que pronto se va a necesitar de nueva la política. Justo cuando se trate de salvar las cuatro plantas de Opel en Alemania, esta vez bajo la dirección de General Motors. Pero también el nuevo Gobierno es susceptible a las extorsiones, eso tampoco lo impide la participación del partido liberal FDP. GM siempre va a utilizar la amenaza de cerrar las plantas de producción en Alemania. Luego el tire y afloja en torno a la salvación estatal de Opel seguirá y el peligro de que el nuevo Gobierno cometa errores es grande."

Editor: Enrique López