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Niágara, el mejor juego del año

27 de junio de 2005

Una aventura en canoa por el Niágara en busca de diamantes fue elegida en Berlín como juego del año 2005. Su originalidad y suspense afrontando peligros como ladrones, corrientes y cataratas le valieron el título.

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La fiebre de los diamantes sobre la mesa.Imagen: dpa - Bildfunk


Todo aficionado a los juegos de mesa en Alemania está pendiente de este acontecimiento, el premio al juego del año otorgado en Berlín por la crítica especializada. En esta ocasión fue Thomas Liesching de la editorial muniquesa Zoch Verlag, el que recibió el 27º galardón por su juego "Niágara", en el que el autor trabajó durante 10 años.

Suspense hasta llegar a la orilla

El jurado premió sobre todo la mezcla de elementos innovadores y el suspense que hechiza al jugador hasta el final de la partida. En la superficie tridimensional de la tabla, las canoas discurren por el caudaloso río construido con placas de plástico, que se mueven dependiendo de la intensidad de la corriente y el transcurso de la partida, navegando en dirección al abismo. El objetivo del juego: llegar con la bolsa llena de diamantes hasta la orilla sin caer.

Die Siedler Von Catan - Spiel Des Jahres 1995
Siedler, todo un clásico.Imagen: dpa

"Los nervios y el peligro real de caer en el precipicio es lo especial y humano de mi juego: caer o no caer", declara Liesching. También la editorial Zoch se alegró con el galardón: " Con él nos convertimos en la editorial más exitosa del milenio. En 2002 también ganamos con Villa Paletti".

Para niños y grandes

El jurado otorgó también el galardón al mejor juego infantil del año que en esta ocasión recayó sobre "Das kleine Gespenst" (el pequeño fantasma). Su inventor Otfried Preußler retomó la idea de un libro para niños con el mismo nombre y el jurado lo laureó por su suspense y la original idea del juego.

En esta ocasión, cinco juegos de mesa compitieron en cada categoría para lograr el premio. La originalidad de la idea, la fácil comprensión de las reglas, la edición o el diseño son algunos de los factores decisivos para el jurado a la hora de otorgarlo.

La historia del premio comenzó en 1979 con "Hase und Igel". Once periodistas especializados componen el jurado para otorgar este galardón sin dotación económica. Según Uwe Petersen, portavoz del jurado, "la cosecha de este año ha sido de calidad media. La década pasada fue la que alcanzó los mejores niveles de calidad. Se echa de menos un Siedler, un juego fácil y bueno", añade Petersen.

Tan sólo en los primeros meses tras la concesión del premio, el juego correspondiente puede llegar a vender los 350.000 ejemplares. Aunque hay otras historias de más éxito como el mítico "Siedler", galardonado en 1995, que ya ha superado la marca de los cinco millones de ejemplares vendidos. El entretenimiento está servido sobre la mesa, esta vez en las cataratas del Niagara.