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No hay consenso en Europa sobre adhesión de Turquía

Claudia Herrera Pahl2 de octubre de 2004

En vísperas de que el Comisario para la Ampliación, Günther Verheugen dé a conocer sus recomendaciones sobre el inicio de negociaciones de adhesión con Turquía, se multiplican las voces en contra.

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¿Demasiado majestuosa? La Mezquita Azul en Estambul.Imagen: dpa

Si hasta hace unos días se partía de que las recomendaciones que Verheugen presentará el próximo 6 de octubre en Bruselas darían luz verde al inicio de negociaciones de adhesión, las últimas declaraciones del comisario dejan traslucir un cambio de postura. Según Verheugen, la “boleta” que presentará sobre el estado de reformas en Turquía es mucho más crítico de los que muchos se imaginan. “Para Turquía no será fácil tragar todo lo que escribo en mi informe”, dice sin definir si recomendará o no que se inicien las negociaciones de adhesión.

Streit mit der Türkei beigelegt
Turkish Prime Minister Recep Tayyip Erdogan, left, helps European Union Commission President Romano Prodi, center, with his microphone while EU Commissioner for Enlargement Guenter Verheugen, right, looks on prior to their joint press conference at the EU Commission headquarters in Brussels, Thursday Sept. 23, 2004. (AP Photo/Thierry Charlier)Imagen: AP

Verheugen se muestra cauteloso. “El reporte está escrito con el mayor tacto con el fin de que no desencadene la interrupción del proceso de reformas emprendido en Turquía, y a la vez no polarice a la población europea”.

Polarización inevitable

El ex presidente francés Valéry Giscard d´Estaing, el padre de la Constitución Europea, advirtió hace tiempo que el poder demográfico de Turquía le daría una influencia sobreproporcional a este país de ingresar a la UE.

El presidente francés Jacques Chirac, que junto con el canciller alemán Gerhard Schröder es uno de los mayores promotores del ingreso turco, apoya ahora, para sorpresa de muchos, la exigencia que venía haciendo la oposición francesa de realizar un referendo popular sobre el tema.

También en Alemania se acumulan las voces en contra. La opositora Unión Cristiano Demócrata dejó en claro desde un principio que se opone a la adhesión de Turquía. Ahora se le suma la base del partido gobernante. El canciller alemán Gerhard Schröder por lo visto no cuenta con el apoyo de su partido. “La mayor parte de la base socialdemócrata se opone al ingreso de Turquía a la UE, sin embargo pocos son los que se atreven a expresarlo abiertamente por el temor de ser catalogados de racistas o anti- musulmanes”, según explica el jefe de fracción, Hans-Ulrich Klose.

Die Angst der Deutschen vor den Türken und ihrem Beitritt zur EU
Portada del libro "Los alemanes y sus temores a un ingreso de Turquía a la UE".

En el seno de la SPD crecen las demandas por un referendo popular para determinar si los alemanes quieren o no a Turquía en la UE.

Exigencias turcas

El incremento de las demandas de realizar referendos nacionales podría ser interpretado por Turquía como una señal de alarma. El primer ministro turco, Erdogan Tayip, indicó que la única meta de negociaciones que aceptará su país es la de convertirse en miembro de la UE con derechos plenos.

“Se podrá discutir si ingresamos en 5, 7 o 10 años, pero no sobre si seremos o no miembros de la Unión. Esta pregunta no está a negociación. Si la UE quiere ser una unión política y no sólo un club cristiano, entonces Turquía debe ser aceptada como miembro”, según el primer ministro turco, que define a su país como el puente ideal entre las civilizaciones.

Erdogan, der Ministerpräsident der Türkei
Primer ministro turco, Recep Erdogan.Imagen: dpa

Peligros si ingresa y si no ingresa

El ingreso de Turquía a Europa no se dará, de iniciarse las negociaciones, antes del 2015 y hasta esa fecha nadie puede pronosticar cuáles serán las relaciones políticas vigentes en Europa. Al final del proceso será el Parlamento Europeo y los Parlamentos nacionales los que decidan. Cada país miembro puede detener en cualquier momento el proceso de negociaciones.

No seguir adelante con las negociaciones significaría para la población turca el fin del proceso de reformas, lo que podría hacer perder a la región entera estabilidad y a largo plazo podría convertirse incluso en un peligro de seguridad para Europa.

El Alto Representante para la política Exterior y de Seguridad de la UE, Javier Solana, ve en el ingreso de Turquía a la UE dos ventajas fundamentales. Su ingreso añadiría estabilidad a una amplia región que comprende Oriente Medio, el Cáucaso y los Balcanes. Además el gran potencial de tropa de Turquía podría ser aprovechada para misiones europeas en zonas de crisis.

Pero también Solana afirma que Turquía no cumple todavía con los requisitos de adhesión, pues aún cuando se han logrado algunas reformas en el código penal, no se han aplicado en la práctica. Solana no descarta que las negociaciones puedan fracasar, pero deja la puerta abierta al afirmar que “la llave está en manos de Turquía”.