1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Opinión: La UE también es motivo de orgullo

Richard Fuchs
27 de febrero de 2017

Francia se encuentra ante comicios cruciales. Una victoria de la populista Marine Le Pen sería un shock para Europa. ¿Debería Alemania inmiscuirse en la campaña electoral? Richard Fuchs opina que sí.

https://p.dw.com/p/2YLqG
Niños forman las banderas de Francia y Alemania.
Niños de un colegio en la frontera germano-francesa forman las banderas de Francia y Alemania.Imagen: picture-alliance/dpa/Daniel Hubert

Marine Le Pen no tiene contemplaciones con sus enemigos políticos; tampoco con Alemania. Desde la perspectiva de la populista francesa, el país vecino es corresponsable de la miseria económica y política de Francia. Según Le Pen, el euro es el arma de los alemanes, cuyas "órdenes” habrían privado a su país de autonomía. Además considera que el terrorismo islámico llegó a Francia de la mano del caos migratorio de Merkel.

En pocas palabras, la jefa del ultraderechista Frente Nacional llama a sus seguidores a hacer frente a esta Alemania. Su lista de demandas –apta para simplistas- es tan breve como radical: dejar el euro, dejar el área Schengen, dejar la Unión Europea.

Al otro lado del Rin

Marine Le Pen, con su retórica del aislamiento, es considerada favorita en la carrera presidencial francesa. Por lo menos se estima que ganará en la primera vuelta de las elecciones. Una cuarta parte del electorado la secunda actualmente. No se sabe si se volverán más. Pero desde el "brexit” y la elección de Trump, ya no se pueden descartar las sorpresas. Si se produjera un "frexit”, eso significaría el fin de la cooperación europea como la conocemos hoy en día. Sin el tándem franco-germano se perdería un pilar de la UE y sería virtualmente imposible evitar que ésta siguiera desmoronándose.

Haríamos bien en entender el fracaso de la idea europea como lo que en este momento es: un peligro real. Y este peligro no se reduce intentando esquivar la ola. Eso vale tanto para el gobierno alemán como para todos aquellos a los que les importa la amistad franco-germana. En consecuencia, ya no basta con adoptar al otro lado del Rin una cómoda posición de observador neutral.

Los éxitos de Europa

Richard Fuchs
Richard Fuchs

Una mirada al referéndum británico sobre el "brexit” demuestra que ya es hora de un debate sobre Europa, también en las contiendas electorales nacionales. Muchos estaban seguros de que en el Reino Unido las fuerzas europeístas iban a poder convencer a la mayoría del electorado de las múltiples ventajas de la pertenencia a la UE. Pero fracasaron estrepitosamente, como sabemos. Eso obedeció, por una parte, a los miedos irracionales y a las mentiras y medias verdades que propagaron los partidarios del "brexit”. Pero, por otro lado, se debió también a que no hubo nadie que pudiera representar en forma personal y fidedigna éxitos de la UE. Precisamente ese vacío es lo que no debe producirse de nuevo en las elecciones francesas.

Más que la burocracia

A la política alemana le puede y debe corresponder el papel de abogar por ese futuro mancomunado de Europa. Eso implica tomar partido por los éxitos de la UE, tan evidentes que suelen no verse. Entre ellos se cuentan el tráfico expedito a través de las fronteras; la seguridad jurídica en otros países, sin restricciones y los derechos humanos garantizados, cuyo respeto puede ser reclamando ante tribunales. La lista podría alargarse infinitamente. En síntesis: Europa es más que su burocracia. Y precisamente esa Europa mancomunada debería enorgullecernos un poco.

Si los políticos alemanes y la sociedad civil se inmiscuyen con este mensaje en la campaña electoral francesa, sería una buena inversión en un futuro compartido. Y quien ama un proyecto, encuentra también las respuestas adecuadas a las reformas que sin duda resultan necesarias. Una mano extendida sobre el Rin sigue siendo la respuesta adecuada a las hostilidades de una Marine Le Pen.