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Sociedad

Opinión: ¡Dejen los celulares de lado!

25 de diciembre de 2017

La promesa de las redes sociales de hacer nuestras vidas mejores y más coloridas se está cumpliendo cada vez menos. Al menos deberíamos experimentar más y publicar menos durante los días de Navidad, opina Martin Muno.

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Symbolbild Paar an Weihnachten
Imagen: picture-alliance/dpa/C. Klose

Hace poco en un templo budista en Bangkok: la gran figura dorada de Buda, los ornamentos de filigrana, las oraciones de los fieles, la atmósfera, todo eso sería conmovedor, si no fuera por ese ruido. Cada segundo llegan pequeños grupos, se colocan de espaldas a la estatua, se alinean y se toman el selfie con el Buda y desaparecen tan rápido como llegaron. La foto probablemente terminará más tarde en Facebook, Instagram o al menos en el círculo privado de WhatsApp bajo el lema "¡mira dónde estuve!".

La misma noche en un restaurante: cuatro mujeres jóvenes están sentadas juntas, pero no hay conversación. Todas miran embelesadas la pantalla de sus teléfonos y hurgan en la comida cada tanto. 

La experiencia medialmente reflejada

Dos ejemplos de cómo vivimos en 2017. Ya no experimentamos nuestro entorno y nuestros semejantes a través de nuestros sentidos o mediante la comunicación directa, sino a través de las redes sociales a las que tenemos acceso en cualquier momento a través de nuestros teléfonos móviles. Y ya no experimentamos los momentos para sentirlos y, posiblemente, para disfrutarlos en el acto, sino que consideramos que es más importante producir recuerdos para más tarde.

Kommentarbild Muno Martin
Martin Muno, comentarista de DW.

El empresario y escritor suizo Rolf Dobelli lo describe así: "Tenemos la tendencia a valorar más el ego - y vivimos imaginando la colección de memorias futuras que nuestro presente" .Y él advierte: "Toma medidas en contra, decide lo que es más importante para ti: ¿una vida plena o un álbum de fotos completo?"

Por supuesto, suena un poco romántico. Pero cuando los pioneros de las redes sociales presentan su análisis, a veces suena mucho más brutal. Evan Spiegel, de 27 años de edad, fundador de Snapchat y multimillonario, escribió sobre el desarrollo de las redes sociales: "La combinación de lo social y los medios de comunicación ha producido unos resultados empresariales increíbles, pero en última instancia ha socavado nuestra relación con nuestros amigos y con los medios de comunicación". Similar declaración hizo el ex presidente de Facebook, Sean Parker.

Publicar y dar "likes” hacen infeliz

Un estudio a largo plazo realizado por investigadores de la Universidad de California y la Universidad de Yale muestra que los usuarios de Facebook no se vuelven más felices al publicar y dar "like”. Tan pronto como la interacción en Facebook aumentó solo un uno por ciento, el bienestar mental disminuyó entre un cinco y ocho por ciento. El gran volumen de contenido distrae de las experiencias importantes en la "vida real", concluyeron los investigadores.

Por lo tanto, el estudio está en la misma línea con investigaciones previas que señalan que Facebook está alimentando la envidia. Debido a que la mayoría de la gente solo publica cosas positivas, te sientes insatisfecho con tu propia vida. Los otros parecen estar mejorando cada vez más, el mensaje es engañoso.

Para evitar malentendidos: no todo es malo en las plataformas sociales. Son una forma maravillosa de intercambiar ideas, especialmente cuando los amigos o familiares viven a muchos kilómetros de distancia. También disfruto usando Facebook, Twitter e Instagram - y a veces con demasiada frecuencia. No debemos olvidarnos de vivir nuestras vidas en la esfera analógica - un mundo maravilloso en el que no sólo podemos publicar y dar "likes”, leer y mirar, sino también hablar, oler, saborear y sentir.

Para averiguarlo, sin embargo, deberíamos darnos el gusto de tiempos de pausa digital y poner los celulares en el cajón. Especialmente en los días festivos. En este sentido, ¡les deseo una feliz y tranquila Navidad!

Autor: Martin Muno (CT/DG)