1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Pakistán: atentado suicida contra policías deja 30 muertos

8 de agosto de 2013

Ataque ocurrió en el funeral de un agente que había sido asesinado pocas horas antes. Entre las víctimas hay funcionarios de seguridad y también niños.

https://p.dw.com/p/19Mfq
Imagen: Reuters

El cortejo fúnebre de un policía asesinado se convirtió en el objetivo de un atacante suicida este jueves (08.08.2013), quien causó la muerte de al menos 30 personas, entre ellas 21 agentes que asistían a la ceremonia en honor de un compañero que había perdido la vida pocas horas antes a manos de unos desconocidos.

El ataque ocurrió en la capital provincial de Quetta y dejó heridas a al menos 62 personas. El hecho fue transmitido en directo por las cámaras de televisión que estaban cubriendo el acto. Las fuerzas de seguridad de Pakistán se encuentran desde entonces en estado de alerta, pues los talibanes advirtieron de posibles nuevos atentados.

Un periodista de la agencia Reuters que cubría el funeral en la localidad pakistaní de Quetta describió el caos tras la explosión, con policías cubiertos de sangre siendo trasladados en ambulancias. Entre las víctimas había niños que asistían al cortejo, informó Babar Yaqub Fateh Mohamad, secretario jefe de la provincia.

Chaleco lleno de metralla

Policías llorando vagaban entre charcos de sangre y restos de cuerpos buscando a amigos. Otros simplemente estaban sentados, conmocionados y en silencio, en medio de zapatos abandonados y otras pertenencias. En el lugar había unas 250 personas al momento de la explosión.

Fayaz Sumbal, el jefe de operaciones de la policía en la provincia de Baluchistan, se percató de la presencia de un sospechoso en la puerta de la mezquita y pidió a algunos de sus oficiales que fueran a interrogarlo. Entonces el suicida se hizo estallar. Sumbal murió en el acto junto a sus funcionarios. El suicida portaba un chaleco repleto de municiones y metralla, dijo un miembro del escuadrón antibombas.

Quetta es supuestamente una ciudad segura, pues se trata de uno de los lugares más militarizados del país. Por lo mismo, este ataque pone en duda la capacidad de los servicios de seguridad para protegerse. Pakistán ha vivido una serie de ataques desde que el Gobierno del primer ministro Nawaz Sharif llegó al poder tras las elecciones de mayo.

DZC (dpa, Reuters, AFP)