1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Programas medioambientales para abandonar la ilegalidad

3 de enero de 2012

Río de Janeiro acogerá los Juegos Olímpicos de 2016. Hasta entonces, diversas iniciativas deben hacer de la ciudad un lugar más limpio y seguro. Proyectos medioambientales también pueden ser de ayuda.

https://p.dw.com/p/ztJi
La playa de Botafogo, en Río de Janeiro.Imagen: CC/Xiaozhuli

"Río 2016, otro futuro comienza ahora". Es lo que puede leerse en los numerosos carteles que cuelgan de las paredes de las casas. En la Bahía de Guanabara, los niños juegan al fútbol en la playa, quizás preparándose ya para el Mundial que Brasil albergará en 2014. Junto a ellos, un grupo de personas disfrutan de los rayos del sol. Aunque todo aparenta ser idílico, Río de Janeiro es una ciudad con dos caras opuestas: destino ideal de vacaciones, aquí también son muchas las personas que viven en situación de pobreza. Además, la violencia está al orden del día.

Favelas in Rio de Janeiro
Favelas en Río: las inversiones para los Juegos Olímpicos no siempre llegan a las zonas más desfavorecidas.Imagen: CC/MarkyBon

Pese a todo, junto al Mundial de fútbol de 2014, Brasil será el primer país sudamericano en acoger unos Juegos Olímpicos en el 2016. Para ello, el Gobierno brasileño ha desarrollado para Río un amplio plan de infraestructuras. La inversión rondará los 14.000 millones de dólares, destinados tanto a infraestructuras como a la construcción de las instalaciones deportivas. Habrá nuevas líneas de metro y ambos aeropuertos y el barrio portuario serán ampliados. Sin embargo, el 80% del dinero se invertirá en el entorno de los barrios más pudientes de Río. Es por ello que, para Thomas Fatheuer, de la Fundación Boell, los Juegos Olímpicos son una espada de doble filo. "A menudo, los barrios más desfavorecidos se quedan sin inversiones. Sería mucho más sensato destinar el dinero a medidas a largo plazo no vinculadas directamente a los Juegos", dice. Una reflexión que sirve también para los proyectos medioambientales. Aunque se ha previsto la construcción de nuevas depuradoras y la introducción de métodos de reciclaje, según Fatheuer, hasta ahora los planes apenas se han implementado.

Programas medioambientales para salir de la ilegalidad

Pero medidas para la protección del medio ambiente existen desde hace ya algunos años. En el año 2000, el gobierno brasileño aprobó una ley destinada a incrementar la eficiencia energética. Desde entonces, las compañías eléctricas están obligadas a invertir un 0,5% de su volumen de negocios en proyectos de mejora de la eficiencia energética. La mitad de estos proyectos deben beneficiar a las capas más desfavorecidas de la población, que a menudo deben destinar más de una cuarta parte de sus ingresos a pagar la factura de la electricidad debido al uso de viejos aparatos. Junto con lámparas de bajo consumo, desde hace años también se reparten frigoríficos. Neveras que, según los datos de la Sociedad de Cooperación Internacional (GIZ, por las siglas en alemán), consumen la mitad de energía. Al mismo tiempo, los viejos frigoríficos se reciclan en instalaciones especiales para evitar daños al medio ambiente.

Catador in Favelas in Rio de Janeiro
Proyectos medioambientales pueden acabar con la recogida ilegal de basura.Imagen: CC/ Cátia Toffoletto

La población más pobre no sólo ahorra dinero, sino que a menudo también obtiene la oportunidad de abandonar prácticas ilegales. Según la GIZ, la sustitución de viejos frigoríficos por nuevos aparatos la llevan a cabo a menudo personas que antes recogían basura de forma ilegal, los denominados "catadores". A través del programa, ahora obtienen trabajo legal. Para ellos, en muchas ocasiones el trampolín para huir del trabajo clandestino y la criminalidad.

Una presencia policial permanente debe pacificar las favelas

Pese a todo, los señores de la droga siguen controlando las calles y librando batallas con las fuerzas del orden. A través de un nuevo concepto de seguridad, la policía ha comenzado a intervenir en los barrios de favelas con una dureza inusual. En algunas zonas, las fuerzas de seguridad están presentes de forma permanente desde el 2009. La denominada "Policía Pacificadora" ha logrado sus primeros éxitos y las tasas de criminalidad retroceden.

De aquí a la celebración de los Juegos Olímpicos del 2016, Río de Janeiro prevé colocar bajo vigilancia permanente a un centenar de favelas. Sin embargo, los planes del alcalde de Río, Eduardo Paes, no se libran de las críticas. En opinión de Fatheuer, pese a que el tráfico de drogas se ha reducido de forma palpable en las zonas ocupadas, ello se debe solamente al hecho de que las bandas han sido desplazadas a otras zonas de favelas. El problema, pues, se pospone, pero no se resuelve.

Bild des brasilianischen Präsidenten Lula da Silva vor der IOC-Vollversammlung in Kopenhagen
El ya ex presidente brasileño, Lula da Silva, llevó los Juegos a Río de Janeiro.Imagen: AP

El gobierno se mantiene esperanzado. "Ha llegado el momento de encender el fuego olímpico en un país tropical, en la ciudad más bella y maravillosa, Río de Janeiro", afirmó el ex presidente brasileño, Luiz Inacio da Silva, en el marco de la Conferencia del Clima de Copenhague en 2009. Mientras la violencia gobierne las calles de Río, sin embargo, la ciudad será idílica solamente para aquellos que puedan permitírselo.

Autora: Michaela Führer
Redacción: Emili Vinagre

Editor: Enrique López