Remando en China

En los Juegos Olímpicos de Atenas, los ases del remo fueron los responsables de una tercera parte de las medallas conseguidas. Nada menos que 13 de los 49 metales correspondieron a los palistas alemanes. Si tenemos en cuenta las medallas de oro, casi la mitad –seis de 13- correspondieron al equipo de remo. El objetivo en Pekín es, como mínimo, repetir el éxito y, si es posible, mejorar la cosecha de medallas.

Larga experiencia

Para ello, muchos son los nombres propios en los que la afición y los responsables federativos germanos han depositado su confianza. Uno de ellos es Andreas Dittmer, tres veces campeón olímpico y que llega a la cita en el ocaso de su carrera deportiva. A sus 36 años, las principales opciones de medalla pasan por las pruebas de 500 y 1.000 metros individual. Asegura que acude a la cita sin presión alguna por sumar el cuarto oro olímpico, pero lo cierto es que un nuevo triunfo supondría un broche de oro a su exitosa y dilatada carrera.

Madurez y juventud

En categoría femenina, la pareja formada por Fanny Fischer (sobrina de Birgit Fischer) y Nicole Reinhardt pasa por ser una de las grandes favoritas al triunfo en la modalidad de 500 metros. La fuerza de la delegación alemana, sin embargo, reside en un grupo compacto que combina madurez, experiencia y juventud. El relevo generacional experimentado en los últimos años permite soñar con reeditar los éxitos de Atenas 2004, no sólo en el escenario del canal olímpico donde se disputarán las pruebas de remo. En piragüismo en aguas bravas, la delegación germana promete ser de las más competitivas.