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Restricciones contra el coronavirus: ¿caos en Alemania?

Jens Thurau
12 de octubre de 2020

Los habitantes de ciudades alemanas que registran altos números de contagios con coronavirus ya no pueden pernoctar en cualquier parte del país. Las disposiciones son diversas, según las regiones, y confunden.

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Deutschland | Coronavirus - Einkaufsstraße Schildergasse
Imagen: Marius Becker/dpa/picture-alliance

Las confusas restricciones impuestas para combatir la propagación del coronavirus en Alemania se hacen sentir incluso en la máxima corte del país. Este martes se delibera en el Tribunal Constitucional sobre el Tratado de Libre Comercio con Canadá, contra el que presentó una demanda el partido de La Izquierda. La jefa de su bancada parlamentaria, Amira Mohamed Ali, quería estar presente. Y no hay impedimento para ello, pero sí para pernoctar en Karlsruhe, sede del tribunal en cuestión.

Dicha ciudad se encuentra en el estado federado de Baden Wurttemberg, donde desde hace poco rige una prohibición de hospedar a personas procedentes de regiones alemanas con altas tasas de contagios. Entre ellas se cuenta Berlín. En consecuencia, la parlamentaria y sus colegas de otros partidos han tenido que optar por viajar muy temprano, en tren, a Karlsruhe. La audiencia se fijó a una hora más avanzada, para que los políticos procedentes de Berlín pudieran llegar. Por la tarde, tendrán que emprender el regreso a la capital. Si el trayecto de seis horas en tren les resultara demasiado pesado, podrían sin embargo interrumpir el viaje a mitad de camino y alojar en Turingia. Allí no hay prohibición de alojamiento para los berlineses.

Intento de evitar otro confinamiento

El número de contagios ha vuelto a aumentar en Alemania y los políticos quieren evitar un nuevo confinamiento y una nueva parálisis de la economía. Las escuelas y jardines infantiles permanecen abiertos. Pero ya se está aplicando una serie de medidas, a menudo diferentes en cada estado federado, cuyo sentido se pone cada vez más en duda entre los expertos y la ciudadanía.

El presidente del renombrado instituto de investigaciones económicas Ifo, Clemens Fuest, señaló en un comunicado que el creciente número de casos de coronavirus confirmados en Alemania no se debe solo a un aumento de las infecciones, sino también a la mayor cantidad de exámenes. "Las cifras de octubre no se pueden comparar directamente con las de abril”, afirmó Fuest. Y abogó por "restricciones que posibiliten la actividad económica, en lugar de impedirla”. También el ministro de economía, Peter Altmeier, rechazó un nuevo confinamiento general. "Hemos aprendido de los últimos seis meses, y hoy sabemos qué es peligroso y qué no”, dijo a la prensa.

La ”incidencia de siete días"

La nueva fórmula mágica en la lucha contra el coronavirus es la "incidencia de siete días”. La fórmula indica cuántas personas, por cada cien mil habitantes de una ciudad o región, se han contagiado en siete días. Si el número es superior a 50, la localidad es considerada zona de riesgo. Entretanto, han pasado a esa categoría grandes ciudades como Colonia, Múnich y Berlín. Y cada vez se suman más ciudades, sobre todo en Renania del Norte Westfalia. En regiones con menos densidad de población, se teme que personas de estas zonas de riesgo traigan el virus. Sin embargo, no hay prohibición de viajar. Pero en Schleswig-Holstein, por ejemplo, se pide al viajero un test negativo de coronavirus que no tenga más de 48 horas de antigüedad, según explica a DW Manuela Schütze, de una agencia de turismo local. Se exime de esa obligación a quienes visitan a su familia o realizan viajes de negocios.

Muchos estados federados piden desde la semana pasada tales test. Las vacaciones de otoño se complican con diversas disposiciones. Es una de las causas por las que  muchos políticos consideran un error prohibir el alojamiento de viajeros procedentes de zonas de alto riesgo.

Factores de riesgo

En el verano, el regreso de los turistas que pasaron sus vacaciones en los países cálidos del sur de Europa fue una razón del aumento de contagios en Alemania. Pero hay controversia acerca de si también incidieron los viajes dentro de Alemania.

Muchos expertos estiman de el rápido incremento de los contagios obedece más bien a las múltiples fiestas privadas y públicas en que no se ha respetado el uso de mascarillas ni la distancia social. Ese es uno de los motivos por los que en Berlín se aplicó recientemente un toque de queda a partir de las 23 horas.

El jefe del gobierno regional de Baviera, Markus Söder, considerado representante de una línea dura en la lucha contra el coronavirus, aboga ahora por aplicar una multa de 250 euros en toda Alemania a quienes transgredan la disposición de portar mascarilla. Algo que los bávaros ya están haciendo. También el virólogo Christian Drosten, muy conocido en el país, es partidario de una mayor uniformidad de las medidas a nivel nacional. En declaraciones a una red periodística afirmó: "El virus se repartirá de forma cada vez más pareja. Llegaremos a una situación en que será mejor regular en términos generales”. Pero, de momento, Alemania dista de ello.

(er/cp)