Los aparatos técnicos son cada vez más elegantes, pero también cada vez más planos. Los científicos temen una pérdida de la sensación táctil y, en consecuencia, un deterioro de la capacidad de sentir. Una granja de Renania del Norte-Westfalia ofrece una solución a este problema. Aquí los urbanitas pueden pagar por acariciar vacas. Una experiencia para los adictos a la tecnología faltos de sensaciones táctiles.
https://p.dw.com/p/16QY3
Publicidad
Una granja de Renania del Norte-Westfalia ofrece una solución a este problema. Aquí los urbanitas pueden pagar por acariciar vacas. Una experiencia para los adictos a la tecnología faltos de sensaciones táctiles.