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SIDA: contra el olvido

21 de julio de 2016

En Durban se celebra la Conferencia Mundial sobre el SIDA. Allí tuvo lugar la primera cumbre en 2000. Mejoraron muchas cosas desde entonces, pero desgraciadamente el SIDA ya no tiene tanta resonancia en muchos lugares.

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Durban AIDS Konferenz Südafrika Treatment Action Campaign TAC
Imagen: Getty Images/R.Jantilal

En Durban, ciudad costera sudafricana, ya tuvo lugar una Conferencia Mundial sobre el SIDA en 2000, que tuvo mucha resonancia. “El SIDA estaba considerado entonces como una sentencia de muerte”, dice la activista sudafricana Lyn van Rooyen. “Allí habló Nkosi Johnson, un niño, que estaba infectado de SIDA. Luego, el presidente Mandela explicó el gran reto que suponía la epidemia. Después el tema pasó a forma parte de la agenda mundial”, comenta la activista.

En la actualidad, 17 millones de personas reciben tratamiento antirretroviral que permite vivir con VIH. La cifra de muertes se ha reducido en un 35%. Pero esto no es motivo para festejar, porque mientras que en algunas regiones mundiales los contagios se reducen, en otras aumentan. Y por cada persona en tratamiento, dos siguen esperando por los medicamentos.

“Hay gente que desde 2000 e incluso antes está implicada en la batalla contra el SIDA, pero se está cansando. Dice que no tiene todavía suficientes medicamentos o ningún acceso a los medicamentos“, dice Lyn van Rooyen, quien trabaja para la Oficina Cristiana del SIDA en el sur de África, (CABS) y participa en la conferencia.

Lyn van Rooyen se queja de la falta de medios para combatir el SIDA.
Lyn van Rooyen se queja de la falta de medios para combatir el SIDA.Imagen: Albin Hillert/WCC

Repercusiones nefastas

A los expertos les preocupa además que mucha gente ya no percibe el SIDA como una amenaza. Tampoco los grupos de riesgo. “Al principio usábamos preservativos, pero desde hace un tiempo ya no”, cuenta una prostituta de la ciudad de Inchope, Mozambique. En otros países africanos sucede lo mismo. Los usuarios de Deutsche Welle (DW) de Etiopía informan que la gente viaja de las zonas campesinas a la ciudad para practicar sexo sin preservativo.

“Ya no se tiene conciencia de la enfermedad“, comenta Mulugeta Mesefan en la página de Facebook de DW. “La gente joven no tiene la sensación de que tenga que protegerse.” Esto tiene que ver con que no se informa tanto sobre el tema. Sade Saidu, de Lagos, en Nigeria, escribe que “la campaña de esclarecimiento no se lleva a cabo como debería ser. Todavía hay gente que no cree que la enfermedad exista”.

En Inchope, las prostitutas y sus clientes usan cada vez menos preservativos.
En Inchope, las prostitutas y sus clientes usan cada vez menos preservativos.Imagen: DW/A. Sebastião

Las inversiones desaparecen

La carencia de información está relacionada con las prioridades de las instituciones donantes que reducen sus programas, porque consideran que la enfermedad ya está superada. Es lo que perciben las organizaciones en los lugares con personas con SIDA. CABS perdió dos socios importantes en los últimos años. Sudáfrica tiene un problema específico, dice van Rooyen: “Nuestros socios perciben a Sudáfrica como un país con ingresos medios y trasladan su apoyo a otros países más pobres”. Sin embargo, van Rooyen advierte que Sudáfrica es uno de los países donde aumenta la brecha entre ricos y pobres”.

Para mantener la epidemia a raya hasta 2030, los cuatro próximos años son decisivos, dice Astrid Berger Rodoreda. Coordina la labor de la institución protestante “Brot für die Welt“. “Desde 2000, muchas organizaciones, también eclesiásticas, aumentaron los servicios de ayuda contra el SIDA. Pero en los últimos años o se han invertido en otros lugares o se han reducido“, según Rodoreda. “Brot für die Welt“ es la última organización eclesiástica en Alemania que cuenta con un programa propio de SIDA.