Türkiyemspor, símbolo de integración del fútbol alemán, en quiebra

La insolvencia económica lleva al club de fútbol Türkiyemspor, símbolo de multiculturalidad en Berlín desde su fundación hace dos décadas, a la mayor crisis de su historia. El equipo del barrio de Kreuzberg, con gran población turca, está constituido por jugadores extranjeros que viven en la capital alemana y financiado en su mayor parte por empresarios del país otomano.

Aunque su primer equipo cuenta en la actualidad con jugadores de procedencia turca, alemana, japonesa e italiana. A pesar de su condición “aficionado“, su éxito deportivo le llevó a las puertas de ascender a la segunda división de la liga nacional en los años 90.

Temporada cancelada

Pero sus problemas financieros han dificultado en este tiempo su rendimiento en el campo, descendiendo varias categorías. Sus responsables se han visto obligados a cancelar su participación en la presente temporada 2011/2012. Los esfuerzos de esta popular asociación deportiva se concentran ahora en proteger su otra fuente de orgullo y reconocimiento, las categorías juveniles y los proyectos sociales, por las que han sido galardonados en los últimos tiempos.

Ahmet Erbas, jefe de su consejo de administración, aseguró el pasado diciembre que el procedimiento de insolvencia, aunque sea una decisión dura, es fundamental para mantener unas bases sólidas en el club. Erbas destacó que el Türkiyemspor forma ya parte de la historia alemana y que su desmoronamiento en el 50 aniversario del tratado que permitió el ingreso de los llamados "trabajadores invitados“ turcos al mercado laboral germano "sería un signo devastador para la sociedad“.

Hitos deportivos y sociales

En estas dos décadas de vida, el equipo ha ayudado a algunos de sus jugadores a acceder a equipos profesionales y ha proyectado una imagen positiva de los inmigrantes en Alemania, especialmente de la comunidad turca. Una parte de sus seguidores son alemanes. Pero, ¿Cuál ha sido la repuesta general de la sociedad teutona? "Hasta ahora ha sido cuanto menos ambivalente - contesta a Deutsche Welle Robert Claus, su responsable de comunicación. Muy pocas empresas locales han patrocinado al equipo. Parecen no darse cuenta aún de que la comunidad turca ocupa ya una parte importante del sector de consumo. Por otro lado, el club sí que ha sido reconocido, con varios premios a su actividad social“.

Al premio de la integración de la Federación de Fútbol Alemana (DFB) en 2007 y de la Asociación Futbolística de Berlín de dos años más tarde se le suma el Berliner Tulpe por su compromiso en contra de la homofobia en 2010.

Sin sede permanente

Uno de los problemas estructurales de la asociación deportiva es la ausencia de una sede permanente, o de un lugar fijo en donde entrenar y disputar los partidos. En ese aspecto, "no recibe el apoyo oficial del que disfrutan otros equipos“, afirma Robert Claus, en lo que él considera un "abismo entre el reconocimiento social y el deportivo“.

El primer equipo no está muerto, aseguran sus responsables, quienes planean que regrese el año próximo a la competición. Además de poder contar con unas instalaciones propias, una de las soluciones para mejorar esta precaria situación pasaría por una afición que se vuelque con el equipo, ya que a veces suscita más interés en el resto de Alemania que en el propio Berlín, se quejan sus responsables. Más espectadores en el campo atraerían a más patrocinadores.

"No hay que olvidar que forma parte de la sociedad de Berlín. Además de ser uno de los primeros clubes de fútbol que se ha posicionado contra la homofobia, se ha atrevido a tocar otros temas sociales bastante sensibles, como la violencia familiar. Por cosas como esa el club sigue con vida“, defiende Claus.

Autor: Héctor Llanos Martínez

Editor: José Ospina-Valencia