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Tercera dosis contra el COVID-19: ¿Qué tan necesaria es?

Camilo Toledo-Leyva
27 de julio de 2021

Ante la llegada de nuevas variantes y el posible aumento de contagios, algunos países de América Latina empiezan a recomendar una dosis de refuerzo de la vacuna. El Dr. Drexler nos explica para quiénes sería necesaria.

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República Dominicana empezó a aplicar una tercera dosis a personal sanitario y a los adultos de mayor edad.
República Dominicana empezó a aplicar una tercera dosis a personal sanitario y a los adultos de mayor edad.Imagen: Erika Santileces/AFP/Getty Images

DW: Dr. Drexler, República Dominicana ha empezado a aplicar la tercera dosis de la vacuna contra el SARS-CoV-2 y Chile planea lo propio en agosto. Ambos países han inoculado a la mayoría de su población con el suero de Sinovac. ¿Cuáles son las razones para una dosis de refuerzo?

Felix Drexler: Los estudios están todavía en proceso. Primero me parece importante ver la eficacia de la vacuna que se está aplicando en cada país. No se puede generalizar y comparar un esquema latinoamericano con dos dosis de Sinovac, con otros con dos dosis de Pfizer/BioNTech, que tiene una eficacia más alta. En América Latina, donde la mayoría está usando las vacunas de Sinovac o Sinopharm que tienen una menor eficacia -lo que no quiere decir que sean malas-, se pueden beneficiar de una tercera dosis justamente porque la inmunidad generada fue un poco más baja.

La farmacéutica Pfizer ha recomendado aplicar una tercera dosis en EE.UU., pero las autoridades sanitarias del país todavía no la autorizan. ¿Ocurrirá lo mismo con el resto de vacunas?

La demanda de una tercera dosis no puede venir de una farmacéutica. Eso tiene que salir de los órganos de salud pública, nacionales o supranacionales. Obviamente las empresas pueden ir preparándose hasta que obtengan el permiso, pero necesitan publicar los datos si se recomienda una tercera dosis. Con el resto de las vacunas podría ocurrir lo mismo. Me imagino que todas las farmaceúticas siguen investigando al respecto. Aunque aún no me parece necesaria para la población en general.

Felix Drexler, virólogo de la Universidad Clínica Charité de Berlín.
Felix Drexler, virólogo de la Universidad Clínica Charité de Berlín.Imagen: DW/C. Toledo

¿Para qué grupo de la población sería recomendable y por qué?

Según lo que se sabe hasta ahora, se recomienda para los ancianos y personas en grupos de riesgo, porque obviamente son los más vulnerables de la sociedad y los que podrían haber tenido una menor respuesta inmunitaria. Las personas que sufren de cáncer o diabetes tienden a tener una respuesta inmune más baja. La decisión de recomendar una tercera dosis para ellos es mucho más fácil que recomendarlo actualmente para toda la sociedad.

Muchos podrían interpretar con esto que, al final, todos tendrán que aplicarse la dosis de refuerzo...

Sí, pero eso solamente depende de qué vacuna estamos hablando y para quién. Un joven vacunado tendrá probablemente una respuesta inmune mucho mejor que una persona mayor. Es mejor diferenciar los factores de variabilidad: entre grupos etarios, entre personas con y sin factores de riesgo y entre personas vacunadas con vacunas de menor y mayor eficacia. Yo no veo todavía que todos necesiten una tercera dosis.

Después de empezar con la vacunación de menores en junio, Chile planea ya la aplicación de un tercera dosis en adultos.
Después de empezar con la vacunación de menores en junio, Chile planea ya la aplicación de un tercera dosis en adultos.Imagen: Martin Bernetti/Getty Images/AFP

¿Después de cuánto tiempo se recomienda la tercera dosis? Pfizer ha dicho que en un plazo de seis meses.

En los grupos que he nombrado podría ser en ese lapso, pero todavía nos falta ver estudios más grandes. Y después hay un elemento extra: las variantes. Es posible que una variante que esté circulando en una región o, incluso, globalmente, como delta, pueda escapar a la respuesta inmune generada por la vacuna. Esto cambiaría también el rumbo de la recomendación de vacunación, porque en este caso tendríamos que tener una tercera dosis basada en una variante, y no solo en el coronavirus inicial.

¿Se convertirá esta en una vacuna anual como la vacuna contra influenza?

Una vez que la situación de la pandemia se calme no creo que tengamos que usar una vacuna anual, porque lo que causa todo esto ahora es la transmisión sin precedentes en el planeta. Hemos tenido días en los que se infectaron 800 mil personas en solo 24 horas. Eso causa una evolución muy acelerada del SARS-CoV-2. Cuando la mayoría de la población se haya infectado o vacunado, el virus no va a dejar de circular, pero serán muchos menos los contagios.

En ese sentido, ¿usted recomendaría a los gobiernos latinoamericanos esperar antes de querer aplicar masivamente una dosis de refuerzo contra el COVID-19?

Exacto, y vacunar primero a la mayor cantidad de personas con las dos primeras dosis de las vacunas que estén disponibles. La tercera vacuna solo para personas con factores de riesgo o ancianos. También recomendaría, obviamente, seguir buscando acceso a distintas vacunas con mejor eficacia que las que se han usado, porque se podría reforzar con una vacuna de otra farmacéutica.

Sin embargo, todavía hay personas en la región que se resisten a la vacunación. ¿Cree que debe ser obligatorio vacunarse contra el coronavirus?

Este es un problema global. Pero yo no apelaría a la obligatoriedad, sino más bien a informar mejor a la gente, explicarles que la pandemia aún no terminó y que las personas siguen muriendo. La vacunación no evita posiblemente que una persona se contagie, pero sí que enferme de gravedad.

Hablando de contagios, Cuba, que está inoculando con dos vacunas propias, está registrando récords de casos desde que empezó la pandemia. ¿Qué tanto tendría que ver esto con las grandes protestas que se registraron hace unos días?

Eso es muy posible, si tenemos en cuenta lo que ha ocurrido en los estadios de fútbol durante la Eurocopa. Claramente, una aglomeración de personas gritando y cantando aumenta el riesgo de contaminar al resto. Las noticias de las vacunas cubanas son muy buenas, pero eso no quiere decir que con eso se acabó la pandemia. Eso tampoco ha ocurrido en los países ricos que han vacunado a la mayoría de su población.

(er)