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¿Tregua en “Guerra de cocktails” entre Europa y Cuba?

jov / Agencias11 de enero de 2005

Los miembros del Comité del Consejo de la UE para América Latina (COLAT) “acogieron favorablemente” la decisión de Cuba de reiniciar sus contactos con la Unión Europea.

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Oswaldo Paya, líder opositor, con 14.000 firmas de la petición del Proyecto Varela. La Habana, Oct. 3 de 2003.Imagen: AP


El COLAT, formado por los expertos para América Latina y el Caribe de los Veinticinco gobiernos nacionales de la Unión, saludó la decisión anunciada por el Gobierno cubano y se reafirmó en su propuesta de suspender las sanciones diplomáticas adoptadas por la UE contra Cuba en junio de 2003.

En este sentido, los expertos encargaron a la presidencia de turno luxemburguesa que concrete la orientación del COLAT sobre la revisión de las sanciones en un documento que será presentado a los ministros de Asuntos Exteriores de la UE el próximo 31 de enero como base para su decisión final.

Debate sobre propuesta cubana

El documento será debatido, previsiblemente la próxima semana, por el Comité Político y de Seguridad (COPS) -órgano del Consejo que trata sobre asuntos de Política Exterior y de Seguridad Común de especial relevancia-, y posteriormente por el Comité de Representantes Permanentes -embajadores de los Veinticinco ante la UE-, antes de que sea presentado al Consejo de Ministros.

El pasado 14 de diciembre, el COLAT recomendó, a iniciativa de España, la suspensión de las sanciones diplomáticas adoptadas por la UE tras la serie de detenciones y condenas a disidentes cubanos en 2003, y su sustitución por nuevas fórmulas que propicien un 'diálogo reforzado con la disidencia cubana'.

¿No más invitaciones a críticos del régimen?

El COLAT aconsejó suspender “temporalmente” -en principio hasta junio de 2005- la práctica de invitar a disidentes a las fiestas nacionales en las embajadas europeas en Cuba, y ordenar a las legaciones que celebren hasta entonces fiestas restringidas sólo al cuerpo diplomático y a sus nacionales, sin presencia de disidentes ni tampoco de altos funcionarios cubanos.

Asimismo, propuso revocar las otras medidas de castigo de junio de 2003, que pasan por dar un perfil bajo a la participación europea en actos culturales en territorio cubano y por reducir al mínimo las visitas de altas autoridades de los Gobiernos europeos a la isla.

¿... y los Derechos Humanos?

Los expertos consideraron oportuno el reinicio de estas visitas, pero recomendaron que en su agenda se incluya siempre la “cuestión de los derechos humanos” y se intente programar algún tipo de reunión con representantes de la oposición o de la sociedad civil.

El Gobierno cubano ha respondido a estos movimientos de la UE excarcelando a varios de los disidentes condenados en 2003 y restableciendo paulatinamente su interlocución con todas las embajadas de los países de la Unión y con la delegación de la Comisión Europea en La Habana, interrumpida por el Gobierno de Fidel Castro a raíz de las sanciones. La presidencia luxemburguesa y la Comisión se felicitaron por la decisión cubana.