Turquía ante las puertas de Europa
23 de febrero de 2004
El canciller alemán inició un viaje de trabajo de dos días a Turquía, que tiene como objetivo respaldar los esfuerzos de reformas y apoyar las aspiraciones del gobierno turco de ingresar a la UE. Se trata del primer viaje de Schröder a Ankara desde que fue electo canciller en 1998. Desde la visita realizada en 1993 por el canciller cristianodemócrata Helmut Kohl, no había vuelto un canciller alemán a dicho país. La visita de Schröder tiene carácter simbólico, pues su principal objetivo es exhortar a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, a que continúe el camino de las reformas.
“Para Turquía valen los mismos criterios de adhesión que para el resto de los candidatos europeos”, dijo Schröder al diario turco ‘Hürriet’, antes de su partida. El canciller germano hizo alusión a los criterios políticos establecidos en la cumbre de Copenhage del 2002. “Si Turquía cumple con los estándares europeos sobre la democracia y el Estado de derecho, de derechos humanos y de protección a las minorías, entonces la UE podrá iniciar con Ankara las negociaciones de adhesión”, señaló Schröder.
UE: Club de cristianos
“La Unión Europea no es un club de cristianos”, aseguró la líder cristianodemócrata, Angela Merkel, durante su visita a Ankara la semana pasada. Merkel abogó por conceder a Turquía únicamente un estatus de socio ‘privilegiado’ pero rechazó el ingreso de Turquía a la UE, argumentando que las instituciones comunitarias están al límite de su capacidad con la adhesión de 10 nuevos miembros del centro y este de Europa este año.
La postura de Merkel es compartida por grupos conservadores y liberales. El primer ministro bávaro, Edmund Stoiber, afirmó que el ingreso deTurquía a la UE supondría el fin de la visión sobre una integración política de Europa. La UE se convertiría en una zona de libre comercio sin fuerza política, dijo Stoiber al diario Sudeutsche Zeitung. El partido liberal también coincide en que la adhesión de Turquía a la UE supera la capacidad de las instituciones comunitarias. Por otra parte, la postura del presidente alemán, Johannes Rau, refleja el escepticismo por parte de muchos ciudadanos de este país, quienes creen que es todavía prematuro un ingreso de Turquía a la UE, pues sigue habiendo represión y violaciones a los derechos humanos. “Hasta ahora la libertad religiosa y de expresión y el fin a las prácticas de tortura son garantizados por acuerdos parlamentarios, pero no son práctica cotidiana”, dijo Rau.
Rinoceronte entre porcelana
El ministro del Exterior, Joschka Fischer, acusó a la líder conservadora, Angela Merkel, de haberse comportado como un "rinoceronte en una tienda de artículos de porcelana", durante su visita en Turquía. El gobierno alemán respalda plenamente el ingreso de Turquía a la UE. Un estado laico turco, estable y democrático, podría convertirse en un ejemplo para otros países de mayoría islámica y sería una ganancia para la UE y la estabilidad de toda Europa, según Schröder. El jefe de gobierno considera, sin embargo, que Turquía tiene una asignatura pendiente y es que contribuya a solucionar la división chipriota.
El canciller viaja acompañado de una fuerte comitiva de empresarios, con quienes participará en un foro empresarial turco-germano. Entre los 13 empresarios viajan dos empresarios turcos residentes en Alemania. En este país viven 2 millones y medio de ciudadanos turcos y se dice que en Berlín se encuentra la segunda comunidad turca más grande del mundo, después de Estambul.