"Ya tendré tiempo de dormir cuando esté jubilado"

Naturalmente que Karlheinz Kiesling conoce el dicho. "Nos levantamos más temprano. Sajonia-Anhalt". Con este lema se promociona a sí mismo el estado federado desde que un estudio ha arrojado que los habitantes de Sajonia-Anhalt son los más madrugadores de la nación. "Hoy es cierto", dice Kiesling, "a las cuatro ha sonado mi despertador. Al fin y al cabo comienza el turno de mañana a las seis en punto".

Levantarse más temprano en Sajonia-Anhalt

Karlheinz Kiesling es un trabajador del sector químico. En la fábrica de Leuna-Harze, cerca de Halle supervisa diariamente la producción de 120 toneladas de resina de epóxido. ¿Resina de epóxido? "Se trata de un material con el cual, por ejemplo, se sella el hormigón", explica Kiesling. "En la construcción es importante. Pero nuestras resinas se utilizan también para unir las aspas del rotor de los aerogeneradores, así como para las partes de plástico de los automóviles. Es una especie de adhesivo para la industria".

Con el overol de trabajo azul y casco protector amarillo Kiesling realiza su ronda de control a través de la planta de producción. Sobre cuatro plantas con la superficie de una sala de gimnasio domina una maraña de plateados y brillantes tubos de acero, grandes calderas y cables de colores a través de los cuales apenas se puede ver. Aparte de Kiesling no hay nadie más.

Cambio estructural en pleno desarrollo

"Antes éramos seguro 40 hombres en una instalación como ésta", dice Kiesling y endereza su casco amarillo. "Pero hoy todo está automatizado, aquí se necesita poco personal". Antes. Eso era en los años 70, cuando Kiesling comenzó su carrera en la industria química de la RDA, controlada por el gobierno. Kiesling señala los enormes espacios vacíos que hay en los alrededores. "Aquí, cada metro cuadrado estaba edificado. Todos los tubos echaban humo, pero entonces llegaron las máquinas de demolición. Decenas de miles de colegas perdieron su trabajo de hoy para mañana".

¿Buscar la felicidad en el Oeste?

Tras el derrumbe de la RDA en 1990, la mayoría de las empresas no pudieron sostenerse en la economía de libre mercado. "Aquello fue duro, tener que ver cómo fracasaba una empresa tras otra", dice Kiesling. También él perdió su trabajo. "Muchos se fueron al Oeste. Pero yo no quería. He construido una casa aquí, tengo un jardín. Soy de aquí".

Después de un año, Kiesling encontró por fin un nuevo trabajo. Muchos de sus colegas tuvieron menos suerte. "Pero va hacia arriba", dice Kiesling. "Muchos de los terrenos vuelven a estar arrendados. Y en Sajonia-Anhalt se han instalado entretanto muchas compañías de energía solar y biotecnología". Después de doce horas de trabajo su turno se acaba por hoy. ¿Ahora hacia casa y quizás rápido a la cama? No, aún tiene algo por hacer. Kiesling se dirige a la Volkshochschule –centro de formación para adultos- de Naumburg. Tras acabar la jornada de trabajo recibe aquí clases de inglés una vez por semana. "En este edificio estudié cuando era niño, ésta era mi escuela primaria. Y para dormir ya tendré tiempo cuando me jubile".