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OMC: Nuevo Cancún en Potsdam

Eva Usi21 de junio de 2007

Una vez más fracasó el intento por liberalizar el comercio mundial. Las negociaciones entre el llamado G4, Brasil, la India, la Unión Europea y EEUU, fueron suspendidas en medio de acusaciones mutuas.

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El ministro del Exterior brasileño Celso Amorim, sabe defender los intereses de los países en desarrollo.Imagen: AP


Brasil y la India abandonaron la mesa de negociaciones después de acusar a Estados Unidos y a la Unión Europea de exigir demasiado a cambio de la reducción de sus subsidios agrícolas. "El nivel de intercambio que se demandaba era demasiado alto", dijo el canciller brasileño, Celso Amorim, ante periodistas. Estados Unidos y la Unión Europea pedían a los países en desarrollo un recorte del 58% de sus aranceles manufactureros como condición para que las naciones industrializadas reduzcan sus subsidios y aranceles agrícolas.

El llamado G-4, integrado por estas naciones, intentó en la localidad de Potsdam, en las afueras de Berlín, descongelar las negociaciones de libre comercio de la Ronda de Doha. Mientras que Estados Unidos y la Unión Europea representaron los intereses de los países industrializados, Brasil y la India defendieron los de los países en desarrollo. Ambas partes se culparon mutuamente por el fracaso de las negociaciones.

"Sin sentido seguir negociando"

Mexiko WTO Protest in Cancun
Memorables fueron las protestas de los manifestantes antiglobalistas que protestaron con sus cuerpos contra la OMC.Imagen: AP

Amorim y el ministro de Comercio de la India, Kamal Nath, recriminaron a Estados Unidos y la Unión Europea que hubieran sellado un pacto favorable para ellos, mientras que hacían demandas excesivas a los países en desarrollo, tanto en el mercado manufactureros como el agrícola. Amorim, un experto negociador en materia comercial, recordó el fracaso del encuentro de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en Cancún, México, en el año 2003, después de que los países en desarrollo cuestionaran una propuesta de la UE y de Estados Unidos para reformar el comercio agrícola.

"De alguna manera estamos teniendo un Cancún 2, en el que los países industrializados han encontrado niveles comunes de comodidad para ellos, pero manteniendo, por supuesto, exigencias muy altas para nosotros. No tenía caso seguir negociando", señaló.

En las negociaciones de Cancún, en las que el ministro del Exterior brasileño fue el portavoz estrella del llamado G-22, la mayoría de los países pobres abandonó las negociaciones con las manos vacías pero con la dignidad nacional en alto y dejando claro a los países ricos, EEUU, Japón y la Unión Europea que no lograrían imponer sus criterios en las negociaciones de la OMC.

Protestkundegebung der globaliosierungskritischen ATTAC Bewegung
En Alemania los activistas anti-globalistas han llenado las calles con protestas.Imagen: AP

En juego la Ronda de Doha

"El fracaso es un golpe que pone seriamente en duda la capacidad de los países miembros de cerrar la Ronda de Doha", dijo el comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson. El funcionario destacó que la Unión Europea no podía hacer concesiones en las subvenciones y aranceles agrícolas cuando "otros países prácticamente no se mueven en la liberalización de su mercados manufactureros", haciendo referencia a Brasil y la India. Esta recriminación se escuchó también de parte de EEUU.

La representante comercial de Washington, Susan Schwab, afirmó que India y Brasil no ofrecieron nada que los países desarrollados puedan aceptar a cambio de llevar a cabo reformas políticamente impopulares a sus sistemas agrícolas. Según Schwab, el fracaso de la reunión se debió sobre todo a la intransigencia de Brasil y la India y dijo que las negociaciones fueron tan duras que se sintió como si Estados Unidos estuviera negociando consigo mismo.